El Mercado de Enma

Nos lo recomendaron y fuimos a comer un martes. La terraza era estupenda y la atención muy buena.
Mi caballo de batalla siempre es la cantidad, y en esta ocasión no salí muy contento. La comida estaba bastante buena y el precio de la tapa más o menos igual a los de la zona. Pero las vajillas modernas no me acaban de gustar, porque realmente cabe poca comida.

Pues venía con unas espectativas muy altas, pero no se por qué no ha cumplido.
En cuanto a la atención, no hay queja. Muy pendientes y correctos, pero la primera en la frente. Pido el risotto y viene con el arroz pasado y el queso sin deshacer del todo… no tiene mal sabor, pero está un poco soso (y esto lo dice una persona que no echa sal a las comidas…).
A la vez q el risotto me he agenciado unas ortiguillas fuera de carta. La cosa ha mejorado bastante. Han llegado crujientitas. En su punto.
Como los canelones se han hecho esperar un poco hemos pedido de nuevo la carta para algo más. Un salmorejo y media de solomillo de ternera.
El salmorejo está muy correcto pero el sabor y la textura me resultan algo familiares… como de termomix…
Llegan los canelones. Esto si q está bien! Joe! De lo más barato de la carta y de lo más bueno. El relleno es cremoso y la pasta al dente.
Y la ternera. En su punto, acompañado de verduritas y la salsa forum es colosal.
En mi opinión las tapas y medias son un poco escasas para el montante final resultante.

Me habian hablado con anterioridad de este sitio pero no me habia animado a ir hasta ahora. Facilidad de aparcamiento, aunque se recomienda reservar por la afluencia de gente y las limitaciones de espacio y horarios de apertura (cierran a las 23.30). Nos encantó la calidad de los platos y la rapidez del servicio. Recomendadísimo.

Sitio estupendo. Ya lo conocía pero hoy he traído a mi jefe y ha quedado encantado. Magnífico el tataki de presa ibérica! Arroz estupendo y croquetas magníficas. Salmorejo recomendable!

Reescribir una reseña y volver a ponerle cinco estrellas bien merecidas a uno de los mejores locales donde comer en Sevilla y España es algo que tenía pendiente desde hacía un tiempo. Cuando descubrí este sitio me enamoré desde el primer día y, hoy, varios años después y tras decenas de visitas de todo tipo (amigos, trabajo, familia, en pareja, con compañeros de trabajo…) la sensación siempre es igual de positiva. Mi experiencia siempre es magnífica cuando vengo por aquí.
Me gusta el local, porque es amplio y se puede comer con comodidad tanto en su interior como en la terraza de fuera. Me gusta mucho el trato y la atención que te ofrecen sus empleados, siempre educados, simpáticos y con una sonrisa en la cara. Y, por supuesto, me gusta mucho la cocina que tienen.
No sabría destacar un solo plato de aquí, pues la mayoría –por no decir todos– están deliciosos y valen su precio marcado en la carta. Quizá diría que el risotto, el alambre ibérico, el tataki de presa, los huevos rotos con morcilla, el atún o cualquier producto con setas o fuera de carta merecen totalmente la pena.
En las fotos que he subido están muchos de ellos. Echa un ojo y pide lo que te parezca más apetitoso, porque yo diría que seguro que te gusta.

No es que vayamos muchas veces para Mairena, pero el otro día en un intento de huir del centro, decidimos ir a este sitio, motivado por las numerosas reseñas de nuestros compis Unilocalers, y porque para qué nos vamos a engañar, tenía buena pinta.
Antes habíamos intentado ir, pero esas listas de espera al más puro estilo del Eslava, nos echaron para atrás.
Y el pasado sábado, parece que estaba practicable, llegamos a las 14:30, tuvimos que esperar un buen rato, pero bueno, esa entrada tan mona con su suelo hidráulico, es bastante acogedora para tomarse una cerveza, y la atención bastante buena te invitaba a ello.
Precios, pues un poco más caro de lo normal, pero porque la mayoría de platos son raciones, no de todos tienen tapas.
Nos sentamos en una de las mesas altas, no importaba porque eran bastante cómodas, nos tomaron nota bastante rápido, incluso antes del resto de personas que se sentaron a la misma vez que nosotros, pero fuimos los que comimos más tarde, no sé porqué. :(tardaron en exceso y veíamos pasar los mismos platos que habíamos pedido para otras mesas, no sé si es que nuestra comanda se trastocó, pero nos tocó pasar hambre… y motivo también de que tuviéramos que cambiar una de las tostas, porque nos quedamos sin ella.
Igualmente, todo lo que probamos estaba muy rico, pero sin destacar demasiado. Lo que más me gustó fue el risotto de boletus y la tosta de salmorejo con lomo de orza, lo que menos la coca de Foie, bocado exquisito pero yo no soy muy de dulce, y para mí estaba demasiado, y por último, el revuelto de huevos rotos, con morcilla de Burgos y Jamón, rico pero las patatas un poco pochas, me lo esperaba mejor y con más sabor.
Un punto positivo por otro lado es que te puedes llevar la comida a casa, lo de «mercado» en el nombre no está ahí por gusto.
Valoración global un casi 4. Espero que la próxima vez mejoren el tiempo y orden de las comandas.

Que siempre hay una primera vez, y a mi esta se me estaba resistiendo pero sin comerlo y sin beberlo acabé en El mercado de Enma y no me arrepiento de ello. Era cena y solo probé el risotto de boletus. Qué rico, madre mía. No he probado muchos risottos pero el sabor a boletus de este era magnífico (y me quedo corta), ni muy fuerte ni muy flojo como para pasar desapercibido. Mi compañero de mesa se pidió los canelones, los cuales le encantó, aunque yo no los probé, ya con el arroz iba servida, pedí tapa pero es un plato normal, es más que una tapa.
De postre me pedí dos bombitas, una de crema y otra de chocolate, la de chocolate está de vicio, para comerse varias si se puede… también probé el yogur griego con mermelada de frutos del bosque, que traía una frutilla de la que no recuerdo el nombre pero que estaba muy buena, siempre me gusta probar cosas nuevas y se me dio la oportunidad.
De precios está muy bien para la calidad y el trato del servicio, el camarero muy atento nos explicó todo lo que le preguntamos.
Pienso volver en cuanto pueda sin pensarlo y probar más de la sugerente carta y poder subirr, entonces, a 5 estrellas

Después de una jornada de trabajo, sales a las tres de la tarde y tu barriga ruge buscando un plato de comida. Y en la cabeza te aparece un nombre: «El mercado de Enma» Gracias a Unilocal,claro.
Pusimos rumbo a la dirección del restaurante y en 10 minutos estábamos aparcados a las puertas. Nos ofrecieron mesa al momento y servidos.
Para empezar, nos ofrecieron las bebidas acompañadas de unas aceitunas. Me encanta que los bares tengan el refresco en formato grande. Punto a favor.
De primero pedimos una tapa (contundente) de risotto de boletus. Muy cremoso, en su justa medida, ni más ni menos, sin ser una pasta difícil de degustar. Y eso no le faltaba: gusto, sabor. Una maravilla. Además, un plato de tomate aliñado con cebolla roja y ventresca de atún. Un toque de frescor y acidez muy bueno.
De segundo dos platos que fueron las estrellas del almuerzo. Por un lado unos huevos rotos con morcilla y jamón. Patatas fritas caseras, el toque de la morcilla increíble y el jamón de esos que se te queda el gusto en la garganta. Y por otro lado, la carrillada al curry. Una carne sabrosa y con el gusto de un guiso casero de toda la vida con el toque de curry. Presencia de curry sin esconder la carne. Combinado con un puré de patatas gustoso y que era el complemento perfecto del guiso.
De postre, las bombitas de crema y chocolate (recomendables las primeras) y un brownie con helado de vainilla. Contraste frío-​calor siempre correcto. Un capricho de postre.
Sin duda hay que volver, tienen más carta que probar!

Estábamos deseando venir a este sitio tan aconsejado por nuestros amigos Unilocalers, y un día que andábamos por la zona, vimos la oportunidad.
Gracias a la aplicación de Unilocal,llegamos sin problema a este lugar del que no conocíamos mucho.
En principio, estaba lleno. Tanto terraza, barra y mesas interiores pero nos ofrecieron sentarnos en las mesas altas cuando se quedó una mesa libre en la terraza ¡qué bien!
Nos pusieron las bebidas acompañadas de unas aceitunas muy buenas.
Después tomamos un risotto delicioso donde el queso le daba la cremosidad exacta al conjunto que sabía intensamente a setas. Un plato de tomate y cebollas aliñados con ventresca de atún, nos dio el toque de frescor.
Seguimos con un plato increíblemente bueno, huevos rotos con morcilla y jamón ibérico. ¡Pa’ chillarle! ¡Qué bueno! ¡Qué sabor tan intenso pero qué bien ligado!
Y el colofón fue la carrillada de cerdo al curry y puré de patatas casero. La carne se deshacía en la boca, muy bien aromatizada con el curry pero sin perder el sabor de la carne. Y el puré cremoso y contundente.
Los postres también fueron una maravilla. Probamos las bombas de crema y chocolate (que eran bolitas de masa brick con salsa) y brownie con helado de vainilla.
Queríamos probar tantas cosas que decidimos pedir tapas o medias raciones para compartir.
Desde luego una experiencia que vamos a repetir muy a menudo porque, además, el trato fue de 10.

Este verano pude degustar de una noche en este magnífico lugar.
Aunque siempre está bastante lleno y es difícil conseguir mesa, con esperar un ratín tomando un vinito en la barra es suficiente.
Dispone de una carta estupenda, desde lueog la de verano eran todo manjares. La ensaladilla para los que dsifrutan de ese plato tan típico como yo, fue probarla y de las mejores.
Sin duda repetiré.
**REPETIDA LA EXPERIENCIA y genial. Esta vez reservamos ya que éramos 10. Croquetas, rissoto, alambre ibérico y chocos con hummus de albahaca (recomendación fuera d carta) y la merluza. Todo fantástico y espectacular la tarta de manzana No dejéis de probarla.

El otro dia nos acercamos ya que nos lo habian recomendado. La verdad es que salimos encantados. La comida exquisita y muy elaborada. El personal grandes profesionales. Calidad-​Precio corresponde y el sitio inmejorable. Lo recomiendo a toda aquellas personas que les guste disfrutar de una buena gastronomia.

Había escuchado de este sitio que ponían comida para llevar, y pensé que sería igual que cualquier sitio típico con este tipo de comida, pero me sorprendió mucho al ver que no era así.
Es un bar moderno, con un nuevo concepto: tienen una amplia carta de tapas y además te puedes llevar las mismas, para tomártelas es casa. El mercado es amplio, limpio y acogedor. Además tiene una terraza en la que también puedes sentarte.
La comida que pedimos nos gustó mucho, aunque mi favorito ha sido la Espinaca a la crema, con un atractivo y sutil sabor a queso, y además unas uvas pasas escondidas que estaban deliciosas. También probamos el Cous-​cous que también nos encantó.
La atención es muy buena, están pendientes de ti en todo momento y te ayudan en tu decisión. Es genial para ir con amigos o en pareja y la familia :)
¡Recomendado!

Creo que ya tengo una opinión formada sobre este sitio para poder reseñar.
He ido en todas circunstancias, con Unilocal,en una celebración y por mi cuenta. Siempre con el mismo resultado: muy satisfactorio.
Es un local muy amplio y luminoso con una terraza que con el buen tiempo es un lujo. Tiene dos partes diferenciadas: barra con comida para llevar y la zona de restaurante. El servicio es amabilísimo y con muy buena atención.
Respecto a la comida, he probado bastantes cosas y me quedo con el risotto, la coca de Foie (de locos) y la carrillera al curry. De postre no dejes de probar la bomba de chocolate. Escucha la recomendaciones fuera de carta porque siempre hay alguna sorpresa escondida. Respecto a los vinos tiene una carta algo corta pero creo que cubre todas las necesidades y gustos de los comensales.
Muy importante: RESERVA antes de ir!

Mi primera reseña en 2015 está dedicada a un gran descubriento gastronómico en la zona del Aljarafe: El Mercado de Enma.
Personalmente, reconozco que su ubicación no me motivaba a visitarlo porque se encuentra en Mairena del Aljarafe pero había oído tanto hablar de su cocina y visto sus platos en sus perfiles de redes sociales que aprovechando unas compras por la zona, no dudé en acercarme.
Al llegar me di cuenta que es conveniente reservar previamente si vas en grupo o si quieres ir en fines de semana o festividades. Estaba lleno y con gente esperando para coger mesa.
Un restaurante acogedor, en su entrada, tienen un mostrador específico para recoger y comprar comida casera, panes y otros productos elaborados por ellos mismos.
El salón del local es amplio con unas grandes cristaleras que miran hacia su gran terraza exterior. Cuando llegamos había tres parejas esperando así que decidimos quedarnos en la zona de la barra (más pequeña). Esta circunstancia propició que vieramos elaborar todos los platos del restaurante, ya que su cocina es abierta. La idea nos encantó. No perdimos detalle de lo que allí se cocía (ja, ja, ja): las indicaciones y órdenes del metre para gestionar las comandas, el trabajo de los cocineros a la hora de emplatar… He de reconocer que los ojos se me iban detrás de cada plato que salía delante de nosotros pero había que ser realistas, todos no los podíamos probar en esa ocasión.
De su carta, completa y variada, nos decantamos por pedir varias tapas. Destaco el risotto de boletus, sublime. Su textura y suavidad te gustaba más y más tras llenar una y otra vez la cuchara en el plato. Nos atrevimos a mezcar el alambre ibérico (con mojo picón) y una carrillada al curry con puré de patatas. El cocktel fue delicioso. Para terminar, si te gusta el aguacate, te recomiendo el atún rojo (hecho al punto) con crema de aguacate. Para chuparse los dedos el contraste de sabores.
En el Mercado de Enma también descubro un nuevo vino blanco que guardo en mi lista de favoritos: Blisss, semidulce y fresco.
En general, los platos tenían buena presentación, el trato fue amable aunque se equivocaron varias veces al servirnos platos que no habíamos pedido. El ambiente fue muy bueno y volveré muy pronto. Me quedé con las ganas de degustar más platos y sobre todo, los postres.

Tras mucho tiempo, por fin pude visitar este restaurante, del que había oído y leído buenísimas referencias. Por ello, las expectativas con las que iba eran muy elevadas… y no se cumplieron plenamente.
De ahora en adelante haré una valoración individual de los principales aspectos a tener en consideración, así como una valoración final, de manera que sirva de referencia a futuros visitantes.
Localización y ambiente
El local, situado en una zona relativamente nueva de Mairena del Aljarafe, presenta una decoración en tonos claros, con techos altos y algo diáfana, que sin duda invita a una comida relajada. En el interior se disponen apenas ocho o diez mesas, por lo que es muy conveniente reservar, sobre todo en fin de semana. Asimismo, también disponen de una terraza externa con algunas mesas en las que poder disfrutar del buen tiempo. La localización de las mesas, algo independientes de los clientes que esperan por una, permite disfrutar de una comida relajada. Puntuación 5.0
Cocina
La carta se divide en entrantes, tapas y platos principales, con una variedad de ocho o diez opciones en cada uno de ellos, y predominando los platos de carne frente a los de pescado, y con una cocina tradicional en su mayoría. Asimismo, siempre disponen de otras opciones fuera de carta que van variando.
En esta ocasión tuve la oportunidad de probar diferentes tapas, así como algunos platos principales y postres:
— Salmorejo cordobés con guarnición. Muy cremoso, suave y rico.
— Risotto de boletus. Igualmente muy cremoso y sabroso.
— Alambre ibérico. Se trata de carne ibérica salteada con verduras y queso, y con un punto picante. Estaba bueno, aunque la presentación era bastante pobre.
— Solomillo de ternera con salsa Fórum. La carne estaba en su punto y muy tierna, acompañada de verduras a la plancha. La salsa no destacó.
— Chipirones salteados. Los chipirones salteados en salsa verde también estaban muy tiernos.
— Dulce de Belem con helado y trocitos de melocotón confitado. Muy rico. Según nos indicó el camarero, los traen de Lisboa y allí simplemente los terminan de hacer.
— Milhojas de Aracena. También muy rica.
En general, buena cocina, aunque bastante más tradicional de lo que esperaba. Eso sí, es cierto que me quedaron otros platos más originales sin probar como la coca de foie o la carrillada al curry, que quedarán para una futura ocasión. Puntuación 4.0
Bebidas
La cerveza que sirven es cruzcampo, un acierto para los amantes de la misma y disponen de diversos vinos por copas, unos dos o tres diferentes por denominación. Entre otros: «Bliss» (blanco), «Ramón Bilbao» (rioja), así como otros vinos menos conocidos, como el 105 de Cigales. Puntuación 3.5
Servicio
En general los camareros estuvieron atentos y fueron amables. Un defecto fue que las tapas no salieron a la par para todos los comensales y, de hecho, hubo bastante diferencia de tiempo entre ellas, lo cual penaliza este aspecto. Puntuación 3.5
Precio
Los platos principales están entre 12 y 15 euros y las tapas entre 3,5 y 4,0 euros. Las cantidades de las tapas me parecieron más generosas que las de las raciones, algo más escasas. En general, una relación media. El coste medio ronda los 15 – 20 euros por persona. Puntuación 3.5
En definitiva, desde mi punto de vista, un buen sitio para comer si estás por Mairena, si bien no considero que merezca la pena desplazarse desde la capital tan sólo para ello, dado que existen numerosos locales con una cocina similar y a unos precios bastante parejos. Puntuación global, 3.75.

Me gustaría decir tantas cosas de El Mercado de Enma que no sé ni por dónde empezar. Pero empezaré por el principio: es el ejemplo clásico de un restaurante que merece la pierna: está un poco lejos de Sevilla, cierto es, pero se come tan bien que los diez kilómetros que separan a este lugar de la ciudad del Guadalquivir hasta vale la pena hacérselos a pie si es necesario. Si no eres tú mucho de andar, seguro que el transporte público o un taxi te van a hacer el mismo servicio.
Nosotros fuimos unos cuantos (seis, para ser exactos) y cuando llegué, me encantó el sitio. Espacioso, amplio, de techos altos y como su propio nombre indica, con pinta de mercado. Nos dejamos aconsejar por los maestros de ceremonias (Txema M, en nuestro caso, y el chico que nos atendió y OH CIELO SANTO, todavía tengo sueños con las delicias que nos dieron de comer).
Las croquetas estaban sencillamente espectaculares, de esas que les pegas un bocado y te acuerdas de tu madre y tu abuela, porque es a lo que te saben. A croqueta buena, de bechamel bien preparada y con sabor, que es lo que cuenta. Los huevos con jamón estaban divinos, con una proliferación de jamón que solo se conoce en Sevilla. Si en Madrid alguna vez me pusiesen tanto jamón (del bueno) en un plato pensaría que:
a) El cocinero está mal de la chaveta.
b) Me van a pegar un palo en la cuenta que no me voy a poder poner de pie en tres días.
Pues ni lo uno ni lo otro. En Sevilla el jamón se despache a diestro y siniestro y se come a diario, porque alimenta más el cuerpo y el alma que las hostias consagradas. También nos zampamos un buen lomo de orza (a.k.a. de olla de barro) y una carrillera que yo, sinceramente, estuve a punto de echarme a llorar. La carrillera es una de mis carnes preferidas y estaba como para ponerse enfermo a comer.
La atención increíblemente buena, el sitio maravilloso (lejano, pero maravilloso) y la comida de sobresaliente. No, en serio, ve.

Tras pasar una y cien veces con el coche, por fin nos decidimos a pararnos a tomar algo en El Mercado de Enma, un local con comida para llevar a casa que también cuenta con bar /​restaurante.
Aunque la carta me pareció poco original, he de reconocer que los platos me sorprendieron muchísimo (y también su precio). Pedimos tres platos para compartir tres personas, tomamos dos bebidas cada uno y todo nos salió por 30 euros. El risotto de boletus estaba bastante bueno, también el pan con salmorejo y jamón y la ensalada. La atención fue muy buena y el ambiente regular. Lo cierto es que la luz me parece demasiado alta de noche, demasiada luz para mi gusto. Un toque más casero y más íntimo le ayudaría a ganar.
En resumen, ¡todo muy bien! Si tienen mesa libre, no dudes en quedarte ;)

Pues cinco soles para este sitio un poco apartado del centro de Sevilla y que precisamente eso le da más toco gustoso. El tataki de salmón… ¡cómo está! pero no acaba ahí. Venga, va, que empiezo: la cocina abierta, el alambre ibérico, los ventanales luminosos, el yakisoba, el tema ración media ración tapa y pincho. A este sitio me trajeron de la mano y de la mano me lo descubrieron. Una apuesta segura y ganadora a la que merece la pena desplazarse. Claro que nosotros fuimos con reserva y quizá haya que tener esto en cuenta si alguien se decide a ir porque parece ser que ha cogido fama y se llena con facilidad. A mi tampoco me gusta ir a un sitio y no poder cenar porque está hasta arriba. Cosa que no ocurrió, cenamos genial y muy bien atendidos un grupo de 6 personas con nuestras respectivas cámaras.

Llevaba tiempo queriendo venir aquí y la primera vez me encontré con el local cerrado, afortunadamente ayer aún siendo fiesta local estaba abierto.
El sitio es bonito con su zona para comprar y el restaurante bien diferenciadas, con espacio entre las mesas y algo muy importante hoy en día ¡Enchufes!
Tenía ganas de pedirme el rissoto pero como había comido arroz y sabía que iba a probarlo me decidí por el pan con salmorejo y jamón y por una tapa de yakisoba. todo estaba buenísimo. Mi primera opción fue un bacalo que tenía buena pinta pero aunque ponía media ración al preguntarle al camarero si se podía compartir entendimos que era minúsculo.
Aunque me ha gustado, por su ubicación dudo que repita, aún así lo recomiendo para cualquiera que vaya o viva por la zona.

Sí. El Mercado de Enma es un lugar de obligada visita si pasas por el Aljarafe. Las tapas elaboradas recogen una interesante variedad de productos: carnes, pescados, verduras (setas).
Muy ricos los vinos, aunque… Lo mejor, mejor, de todo es que tienen la cocina visible y puedes apreciar el ritmo frenético de los cocineros preparando tu plato. Todo se prepara al momento y, si te tomas una cerveza en la barra antes de sentarte, puede que resulte más útil que mirar la propia carta.
Hasta el pan está rico y encima te lo puedes llevar a casa.