Fnac

Interesante los días de conciertos gratuitos de presentación de discos.

Soy fotógrafa y hace poco más de un mes decidí comprarme una cámara compacta de gama alta para hacer fotografía callejera. Mi trabajo fotográfico se ha ido encaminando progresivamente hacia este estilo, que me apasiona, y venía comprobando que con la réflex es realmente complicado. Por un lado por la imposibilidad de estar muchas horas caminando con mucho peso al cuello y, por otro lado, porque parte de la técnica de este tipo de fotografía es pasar lo más desapercibida posible, y con una réflex esto es más difícil.
Vale. Me voy a la Fnac de Málaga y me decido por la Fuji X100, una cámara con unas críticas estupendas y muy adecuada para este tipo de fotografía. Me dicen que sólo les queda la del expositor y entonces deciden no darme ésta, sino pedir una a Madrid. La compro el viernes 6 de julio y el martes 10 me la entregan. La pruebo. Una gozada de cámara. Decido continuar de manera más intensa un proyecto de fotografía social que gira en torno a mi visión sobre Málaga y que ahora podía desempeñar de manera adecuada gracias al nuevo equipo. Tengo las ideas en la cabeza, las ganas y la herramienta perfecta.
Al segundo día, cuando salgo a la calle y enciendo la X100 aparece en la pantalla ‘apague la cámara y vuelva a encenderla’. Lo hago y la cámara sigue funcionando. Cuando vuelvo a casa consulto el manual y me dice que si aparece este mensaje es que la cámara no está funcionando correctamente y que si vuelve a aparecer debe llevarse al servicio técnico. Unos días después volvió a aparecer el mismo mensaje y, como aún estaba dentro de los 15 días de prueba, la llevo a la Fnac. Explico el problema con claridad en el servicio post-​venta y me dan otra, sin ni siquiera comprobar el problema. La que me dan es la que estaba en el expositor, pues me aseguran que está sin usar y en perfectas condiciones. Acepto y me la llevo. Al cuarto o quinto díà la cámara empieza a presentar el famoso problema de las ‘sticky blades’. Para no ponerme demasiado técnica, significa que el diafragma no funciona correctamente y las fotos salen ‘quemadas’. Es un problema del que se ha hablado muchísimo y que está documentado por Fuji en las primeras series que se pusieron a la venta de la X100, que salió al mercado en septiembre de 2010. Es decir, este problema se presentó en cámaras que se pusieron a la venta en los últimos meses de 2010 y los primeros de 2011. Esto significa que me vendieron una cámara que llevaba en la vitrina más de un año.
Por suerte, otra vez la cámara estaba aún en los 15 días de prueba y la volví a llevar a la Fnac. Vuelvo a explicar el problema con detalle, pero tampoco lo comprueban. Después de dos Fuji X100 defectuosas, mi primer pensamiento fue, ilusamente, que era un problema de Fuji, y decidí entonces irme a por otra marca. Quizá debería haber pedido la devolución del dinero y haberme ido a otro sitio a comprar la cámara, pero la había financiado, ya había pagado una cuota y había contratado un seguro. Era más complicado esto que comprar otro modelo, pues en ese momento pensaba que era cosa de Fuji. Así pues, decido comprar una Leica X1 que tienen en oferta, y de la que sólo les queda la que está en el expositor (sí lo sé, soy una ilusa. ¿Por qué me habré llevado otra del expositor?) Esta cámara es 200 euros más cara que la Fuji (la Fuji costaba 999 euros y ésta 1199, rebajada desde los 1499 que costaba originalmente). Pago los 200 euros de diferencia más los 20 euros de diferencia del seguro, que al pasar el producto de los 1000 euros se incrementa.
Me voy contenta a casa pensando que los problemas con Fuji se han acabado y que tengo una Leica estupenda para seguir trabajando. Sí, lo sé, soy una ilusa, porque como ya os podéis imaginar la historia no acaba aquí. Durante las tres primeras semanas la cámara funciona perfectamente, y voy desarrollando mi trabajo de manera satisfactoria. Hace unos días, la cámara ha empezado a ‘colgarse’. La pantalla se queda negra y la máquina no responde a ningún botón, siendo necesario sacar la batería y volverla a poner para que vuelva a funcionar. Y lo que es peor, el miércoles 15 de agosto hago unas fotos de paisajes (hasta entonces solo la había usado en la calle, donde las manchas no son apreciables), con el cielo despejado y a f16. Al llegar a casa y pasarlas al ordenador compruebo que el sensor tiene varias manchas. La Leica X1 es una cámara de objetivo no intercambiable, a la que es imposible que se le haya manchado el sensor por diversos sitios en tan sólo tres semanas de uso en condiciones controladas (es decir, no la he metido en la playa, el campo o cualquier lugar donde se le haya podido meter polvo, y tras ser usada ha ido a su funda y en casa guardadita a su cajón). ¿Cuál es mi conclusión? Sospecho poderosamente que la cámara me la han vendido usada. No es tan extraño, solamente hace falta hacer una pequeña búsqueda en Google para encontrarnos con muchas quejas de consumidores que como yo sospechan que en ciertas cadenas de tiendas de gran reputación y

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Tiene productos de todo tipos, y si hay algun CD que quieras y no tengas lo puedes pedir y te lo traen, aunque siempre es bastante caro

me gusta mucho, tiene una gran variedad de productos. el sevicio es muy bueno y personalizado. todo muy cuidado. quizás es algo mas caro pero el sevicio de atención al cliente y pos-​venta lo justifican.

Sitio con gran variedad de productos, en donde puedes encontrar de todo. El personal es muy agradable y atento, resolviéndote cualquier duda. Abierto hace poco en la ciudad ha tenido un gran éxito, dado que el más cercano estaba en Marbella (Centro Comercial La Cañada). Buenos precios.

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