Situada en el centro comercial de la estación María Zambrano, es el lugar más cercano para tomar un desayuno tras llegar en tren. Los precios son bastante elevados y la calidad no me ha convencido. Así un café con leche a 1,75 €, que no estaba especialmente rico, y media tostada de baguette con mantequilla, hecha como en una plancha y no realmente tostada, a 1,40 €, me han parecido unos precios muy elevados para la calidad que dan. Asimismo no tienen servicio en mesa, sino que es un autoservicio. No creo que repita.