Antes había un ‘Ulmus Minor’, no un álamo, pero para todos es ‘el álamo’ desde siempre. El árbol es de propiedad privada ya que el Ayuntamiento lo vendió en diciembre de 1834 por 80 reales de vellón, bajo ciertas condiciones, como por ejemplo, que el árbol no podía cortarse bajo ningún concepto, a no ser que muriera, y cuya leña en ese caso sería vendida y los benficios repartidos entre los vecinos del pueblo. Mientras el árbol viviese, los propietarios se harían cargo de las necesidades del árbol, así como su poda y conservación pero murió hace dieciocho años ya.