Ayer, y por casualidad, porque unos amigos iban buscando pestiños me encontré en la planta superior del mercado, puesto 57 una pequeña pastelería artesanal. La regenta Florin y su mujer. Ambos hacen diariamente e incluso sobre la marcha si es necesario los pasteles que te apetece llevarte. Especialidades rumanas que a mi me han encantado. Hacía mucho tiempo que iba buscando pretzels(rosquillas saladas típicas alemanas y ahora veo que rumanas también) y allí las encontré a sólo 0,35 € cada una. Las hay con sal y con sésamo. Pude probar las salchichas envueltas(una salchicha rumana, gordita, envuelta en la masa de los pritzels). Los dulces que se ven en las fotos(no he podido probarlos todos(acabo de conocerlos, tenéis que entenderlo), son de sobresaliente también). Hacen tartas por encargo de cualquier forma, tamaño, ingredientes, con muchísima imaginación. Lo mejor de todo es que recuerdan al comercio tradicional en el que se desborda amabilidad y simpatía. Quieren agradar y eso se nota y se agradece. A partir de septiembre abren un nuevo establecimiento en la calle Cervantes, 7. Enhorabuena por vuestro trabajo.