Comer en el centro comercial las Atalayas, es una misión imposible. La oferta se limita a un par de sitios de comida fast food, prácticamente ya preparada, o a este italiano, así que poco teníamos que pensar. El local es amplio, decorado con maderas de pino y con una sensación de frescor debido a la combinación de colores, negro del camino de mesa y, blanco, rojo o verde de las servilletas, emulando la bandera italiana. Destacan sus dos ofertas de menú: el completo con dos platos, bebida y postre o café por 10 €; o el exprés con un plato, bebida y postre o café por 8 €. Nosotros nos decidimos por el completo y, en mi caso, elegí una ensalada Giuliani con salsa a mi gusto(mostaza y miel) y, unos fusilli al pesto más el café. La presentación de los platos es correcta y engañan, siendo las raciones más grandes de lo que aparentaban. Estaban buenos de sabor. La camarera fue muy amable y todo a buen precio. Así que aún siendo la única posibilidad de comer en plato, vale la pena.