la Parranda

¡Vaya fallo mío no hacer check-​in! Pero eso no me sirve de excusa para reseñarlo.
Fuimos a La Parranda por recomendación de mi primo a celebrar su santo y que, además, nos había servido de excusa para escaparnos a Murcia. Dado que mis primos siempre se lo encontraban lleno, decidimos llamar para reservar mesa. La atención telefónica fue muy correcta, aunque no nos hubiera hecho falta reservar porque en verano no salen ni las moscas con tanto calor.
Decidimos sentarnos dentro, con el aire acondicionado porque el calor de la noche aún era imposible de resistir. Las mesas están decoradas con mantel de tela, platos de flores y, servilletas de tela. Parece una tontería, pero al final se agradecen esos «pequeños lujos» por el mismo precio. Las cortinas de tela de saco, cuelgan hasta el suelo, de forma que incluso tienes que pisarlas para sentarte. La decoración del local es fresca y rústica, con colores neutros, cajas de madera de vino de decoración,…
Nada más sentarnos nos sirvieron salmorejo por cortesía de la casa. No me gusta el tomate, pero dicen que estaba muy bueno y, sobre todo, muy fresco. Decidimos pedir de tapeo, pero no son las clásicas tapas. Esto es cenar de tapa con calidad. ¡Olvídate de las bravas porque no las hay, ni falta que les hace! Incluso llegué a cerrar la carta y que eligieran otros por mi.
Croquetas de bogavante, a falta de tigres; pimientos del piquillo rellenos de bacalao sobre salsa de marisco, parrilla de verduras y fritura de pescado. Buena presentación y buena calidad. El albariño fresco no podía faltar en la mesa, así que nos sacaron la cubitera para que no se calentara. Otro punto más a su favor, porque resulta difícil encontrar cubiteras hoy en día en restaurantes a precios similares. De postre, en el caso de Juan, se pidió un Paparajote, postre típico de Murcia que consiste en una especie de torrija con una hoja de limonero en su interior, y chocolate caliente por encima. Lo siento, pero no me gustó ese contraste entre dulce y ácido. Para brindar nos sirvieron una copita de cava una vez más, cortesía de la casa.
Teniendo en cuenta lo que pedimos, la calidad, la presentación, la limpieza del local (bueno, en el baño puede mejorar), la atención del personal y el precio, tengo que reconocer que la elección de mis primos fue más que acertada.

Somos clientes desde hace mucho tiempo y nunca nos ha defraudado. Puedes comer de tapeo o bien de menu. Tienen una buena bodega. El servicio es muy atento.