He asistido en 2 ocasiones, y es difícil valorar un festival, porque depende mucho del año. Sin embargo, mi sensación personal es que se ha masificado. Se forman unas colas brutales para el acceso, que pueden hacer que te pierdas parte de los conciertos, aunque una vez dentro no hay tanta sensación de agobio, por lo que no parece que sea problema de aforo, sino más bien tema de gestión de los accesos, a mejorar por la organización. El primer año que asistí oí a gente quejándose porque habían visto a algunas personas colándose, y el año pasado le rajaron la mochila en el recinto a una amiga. Son cosas puntuales, pero ojo, que Murcia es muy hermosa, pero los ladrones están por todas las partes. Nunca he comido en el recinto, así que no puedo hablar de eso, pero el precio de la bebida está dentro de lo normal para un festival así.