Os voy a hablar de un restaurante al que fui hace unas cuantas semanas y que me ha dejado encantada, A Fervenza(además de restaurante también es casa rural). **Localización, ¿cómo llegar?** Este maravilloso lugar se encuentra enclavado en una de las parroquias del municipio lucense de O Corgo, concretamente en l lugar de Páramo. Además, ya adelanto que la belleza del lugar es increíble y que toda esta zona está considerada como Reserva de la Biosfera. Para llegar al lugar lo tenemos relativamente sencillo. En mi caso partimos de La Coruña por lo que la mejor opción que teníamos era coger la AP-9, luego tomar la salida en dirección a la A-6 y, una vez en la A-6, tirar Km. hasta la salida señalizada como SARRIA/MONFORTE. Está salida nos llevará a una rotonda donde(sino recuerdo mal) deberemos tomar la primera salida, en todo caso la salida con dirección a Lugo por la N-VI, que aviso que cuando yo fui estaba toda la carretera en muy mal estado debido a las obras y por como se veía aquello, supongo que las obras todavía seguirán. Una vez en dirección Lugo, tras 2 – 3 Km.(de bandas sonoras, retenciones y obras) llegaremos a una gran rotonda en la que deberemos tomar la salida con dirección O Páramo, y una vez en esta carretera ya solo es seguir recto durante 11−12kms(que se harán eternos porque la carreterita está muy mal conservada). Ya cuando estemos a unos 00m de nuestro destinos nos encontraremos, juntas, las dos únicas señales que indican la dirección de la casa(básicamente está en la entrada de la finca de la casa rural). Para lo que vayan desde Lugo o por la N-VI, pues el camino es el mismo que he descrito una vez alcanzado el desvío para el Páramo y, para los demás, adjunto el mapita que tienen en su web, por si os puede ser de utilidad. **Llegamos, ¿qué nos encontraremos?** Coches y más coches, porque el lugar tiene una gran afluencia. Pero bueno, nos encontraremos con la casa rural y su restaurante, el espacio natural demarcado por el río y un conjunto etnográfico formado por una forja y un molino de agua(que sino recuerdo mal, la visita cuesta 1?) Dentro del restaurante** Entramos por la pequeña cantina y enseguida nos atendieron para conducirnos a nuestra mesa en la parte alta y ¡wow! Sorpresa ¡qué sitio más bonito! E ver el restaurante está dividido en varios salones y a mi entender a la hora de hacer la estructura de la casa aprovecharon las rocas del lugar. Por partes, nada más subir de la cantina nos encontramos con una zona toda de madera en la que sitúan dos o tres mesas(no recuerdo) subiendo un escalón(y ya todo en piedra) tenemos tres mesas más, una sala cerrada para reuniones, la cocina, los aseos, la salida a la terraza y al fondo el último salón que tiene vistas al río y que cuando yo fui estaba cerrado. Yo tuve la ocasión de comer justo en la primera de la sala de piedra, os cuento, la mesa estaba situada entre el manantial de agua(si, dentro de la casa) y el horno antiguo de piedra, por lo que para mi era uno de los lugares más bonitos del restaurante. La zona de roca por donde aparece el manantial(que aunque está canalizado sigue cayendo agua por la roca) está como tallada a modo de hacer como una bañera para poner allí a enfriar las botellas de vino y así aprovechar el agua que cae para enfriarlas. Y del otro lado, teníamos el horno de piedra funcionando por lo que no podíamos estar más calentitos allí. Resulta complicado de describir y no tengo fotos del interior por lo que ya voy a empezar a recomendaros la visita al lugar. Dentro del restaurante no se puede fumar, para fumar hay que salir al exterior del edificio o bien a la terraza. Ah! Nada más te sientas en tu mesa te sirven agua recién cogida del manantial, súper fresquita y muy rica. A comer** La comida deliciosa y muy bien presentada, si bien, hay que decir que determinados platos son un poco escasos y si los tomaras solos te quedarías con hambre, pero como ya digo es en platos concretos. Cuando yo fui estaban celebrando las semanas gastronómicas de la caza, por lo que como os podréis imaginar, lo predominante de la carta en esta ocasión eran diversas piezas de caza. Yo tomé jabalí con guarnición de setas de la zona y estaba delicioso, y eso que cocinar bien el jabalí es muy complicado pero aquí lo bordan. En la carta, quizás se echaba en falta una mayor variedad de pescados pero como ya dije supongo que será por la época(sin duda me he quedado con ganas de volver más adelante para comerme una truchita pescada en el río que pasa por allí al lado). Los postres, todos caseros, eran completamente deliciosos y abundantes y mientras esperábamos que nos los sirvieran nos obsequiaron con unos bombones, también caseros, que estaban muy ricos y además eran muy originales. El pan, completamente artesano, un autentico vicio, estaba muy rico y os lo digo yo que nunca como pan y me comí dos trozos? Hablemos de dinero ** El precio, sino recuerdo mal, en ningún plato superaba los