Tengo sensaciones encontradas. El local parece acogedor y la sensación se confirma, lo es. La cocina parece que funciona a buen nivel y ritmo. Pedimos pulpo, media de calamares y raxo. El pulpo un pelín duro y picantón, los calamares espectaculares y el raxo tierno y bien preparado, aunque le sobra el pimentón. Dos peros uno justificado(políticas del local que respeto pero no entiendo). Quise pedir media ración de croquetas y dijeron que no podía ser, una entera o nada. Pues bueno. El otro pero es la atención de una de las camareras, muy borde y seca, perdonando vidas y a mí eso me hecha para atrás.(Edición posterior: la camarera al final ha mejorado mucho su actitud y ha resultado más agradable de lo que pensamos en un principio, a lo mejor fue cosa de un momento, bien por ella, le subo una estrellica.). Nos ha tocado el mal día de la muchacha porque estoy viendo las actitudes de otros camareros y no pintan igual. De hecho uno de los chicos que nos atendió al principio, una maravilla. En fin. Si pasáis por Ordes, y no conocéis ningún sitio es recomendable porque sabes lo que te vas a encontrar, típico negocio en Galicia con raciones variadas y algún plato del día más elaborado, en el que errar no debería ser fácil.