Big Joe Café

Sabor agridulce.
Me habían recomendado muchas personas esta hamburgueseria por su calidad y ambiente.
Hoy que fuimos era Navidad y nos dieron su carta navideña que tenía menos platos de lo habitual y en la que SOLO había hamburguesas de ternera y entrantes.
Después de insistir por su carta habitual y opciones me dijeron que no sabían si les quedaban hamburguesas vegetarianas pero podrían mirar de hacer alguna de pollo (normalmente en su carta constan hamburguesas vegetarianas, sándwiches y ensaladas) una decepción la falta de variedad y de interés por atender a diferentes públicos.
Me alegro de que sus hamburguesas de ternera sean ricas, pero no deberían centrarse solo en eso.
Cuando por fin llega la hamburguesa de pollo los ingredientes muy ricos pero muy poco pasada (vaya, cruda por el centro.) así que lo siento mucho, pero mi experiencia como no amante de la ternera poco pasada ha sido pésima.
Para contrastar y por lo que tal ve vuelva si hay carta normal y no navideña he de decir que las patatas fritas son caseras y muy buenas (aunque hay que pedirlas a parte) y la cheesecake de las mejores que he probado.
El ambiente y la decoración muy buenas, buena música y ambientazo, eStaba a tope!

Una grata sorpresa en Oviedo. Todos sus platos se nota que están hechos con muy buen producto, porque están buenísimos. Eso unido al buen servicio y amabilidad de las camareras hacen del big joe un plan genial para una cena diferente. En cuanto al precio nosotros pagamos unos 60 € por cenar 4. Una ensalada 3 hamburguesas, unas patatas al bourbon y unos nachos con queso para compartir, bebida, postre y un chupito de 12 años jeje.
En resumen. Altamente recomendable. Repetiremos seguro

Tras intentar ir a 3 sitios y que estuviesen cerrados (nuestro gozo en un pozo) a mi amiga se le ocurrió que podíamos probar una nueva hamburguesería que originalmente abrió en Gijón y hacía poco había abierto en Oviedo, por la zona que queríamos.
Llegamos y estaba vacía, nos sentamos, pedimos bebida y empezamos a echar un vistazo a la carta.
Se divide entre los típicos entrantes (aros, guacamole, alitas, patatas (a elegir entre dos salsas) y nachos), ensaladas, sándwiches y costillas y hamburguesas (buey, cerdo, ternera o pollo).
Las hamburguesas vienen sin patatas (hay varias guarniciones para complementar que rondan los 2 €) por lo que pedimos unas «Mamas & the papas», patatas con queso y salsa ranchera (nata, bacon, y champiñones). Correctas, pero no las volvería a pedir, soy muy clásica, dame unas patatas normales.
Ambas elegimos la hamburguesa Big Joe, con bacon, queso Cheddar (trozos, no loncha, me maravilló) y salsa barbacoa.
La de mi amiga que la pidió muy muy poco hecha tenía bastante nervio, yo no me encontré nada raro pero la carne estaba un poco demasiado poco hecha para mi gusto. La carne es totalmente deforme, lo que dice bastante de la materia utilizada.
Las hamburguesas, que son de 190 ó 250 grs, van de los 8,25 € a los 11,95 € la más cara, las patatas cuestan 4,9 €.
Se les notaba poco rodados, no sé hace cuánto abrieron, pero están un poco verdes.
La idea es buena, el local es bonito (especialmente el baño), y la carta está bien organizada y tiene una buena variedad.