Camilo de Blas

Una de las pastelerías más clásicas de Oviedo, de hecho, según tengo entendido es donde inventaron los Carballones, el postre típico de la ciudad.
El local es chulísimo, manteniendo su estilo antiguo, se le ve una tienda de toda la vida. Los empleados te atienden muy bien y son muy pacientes explicándote lo que necesites saber y trabajando con tranquilidad aunque se llene la tienda.
De esta pastelería he probado los carballones y los casadielles, que son parecidos a los pestiños, van fritos, rellenos con nueces y recubiertos de azúcar, ¡una maravilla!
El precio es caro, pero merece la pena comprar los dulces aquí.

Una confitería bastante famosa en Oviedo, que no me podía perder, siendo bastante golosa. El lugar es chulísimo, con mostradores antiguos, techos altos, y estanterías hasta el techo repletas de botellas y vitrinas con tartas de aspecto delicioso. Por supuesto, también tenía que probar algo ya que estaba allí, así que me decidí por una casadiella o casadielles, típico de Asturias. Estaba muy rico y tenía un buen tamaño (lo compartimos entre dos), pero me pareció súper caro (2.40EUR) en comparación con los precios que había visto en otras confiterías tal vez menos famosas (menos de 2EUR en todas). Además, la señora que atendía distaba bastante de ser amable y servicial, como uno espera si va dispuesto a pagar más. Está guay visitarla y probar algo alguna vez, pero creo que yo elegiría cualquiera otra confitería de las muchas que hay para ir más a menudo.

Home Oviedo cake. Place of worship and where to buy at least once in life.

Famoso por sus hojaldres pero con una gran variedad. Recomendable.

Una de las pastelerias más emblematicas de Oviedo, los mejores carballones de todo Oviedo (pastel tipico de Oviedo). Estan especializados también en productos de gourmet. Especial mención a su decoración y sobre todo a su mostrador de marmol que impacta nada más verlo, maderas por todas partes. En definitiva junto con Rialto y Peñalba completa la terna de las mejores pastelerias de Oviedo. Cada una con su especialidad Rialto, las moscovitas, Peñalva los bombones y Camilo de Blas, los mencionados Carballones. Lo más simpatico es que las 3 se encuentran en un radio de 500 metros.

No sólo por sus pasteles dulces y salados (éstos últimos especialmente ricos mmm) si no por su cuidada selección de conservas.
El trato del personal es cercano y muy profesional.
Mi producto preferido los pastelillos de hojaldre, no os los perdáis.

Es la confitería Ovetense por antonomasia. Sus carbayones son deseados por todo turista que pregunta por un postre típico de la ciudad. Recientemente fue restaurado el establecimiento, conservando eso sí su aire antiguo como de botica del siglo pasado.