Comida portuguesa casera y de buena calidad. El local es pequeñito y escondido, por lo que tal vez recomiendo reservar. El dueño encantado de aconsejar nos recomendó entrante y plato para cada dos porque el plato de bacalao es potente! Mi favorito el bacalao a braz y mis acompañantes enamorados de sus vinos. Muy recomendable! Por unos 20 € capita con vino y postre. La tarta de «bolachas» impresionante también, no os olvidéis.