Un restaurante muy recomendable. Repetiría. Un poco barato por la calidad, que era alta. Comimos un menú de 12 € con primero y segundo arroz a la cazuela, bebida y postre. Muy completo. Aparte pedimos unos mejillones a la marinera muy muy buenos. Los postres eran caseros. Cuidan los detalles, pan abundante, agua Solan de Cabras y un vino tinto descorchado en mesa de la zona que acompañaba muy bien el arroz. Las mesas guardan distancia entre ellas y las del interior son de mantel blanco y cuberteria tradicional y elegante. Los baños estaban limpios y eran sencillos. El servicio de despistó en dos ocasiones pero fue correcto. Le pongo un 4 porque no ha sido excelente pero ha estado a la altura, todo un hallazgo en Pals.