Si vienes por Palamos tienes que venir a conocer este restaurant por varias razones. Nosotros siempre pedimos una cassola de sepia y guisantes para compartir. También no puedes dejar de pedir el arroz a la cassola que lleva calamares, cigalas, y mejillones y que es realmente bueno casi de chuparse los dedos, de entrantes sepia a la plancha, mejillones a la marinera, o peix fregit, cualquiera de estos será un acierto. El pescado es tan bueno y tan fresco que parece que casi lo están pescando en el momento de servirtelo en la mesa, no te arrepentirás de probarlo. De postres hemos probado el catala, que es helado de vainilla con licor de ratafia, buenísimo. Aparte de sus buenos platos la atención es excelente, pregunta por el dueño que se llama Jaume y que siempre esta dando vueltas por entre las mesas y vigilando que todo esta bien, es divertido y aparte te puedes echar unas buenas risas con el comentando cualquier cosa que se te ocurra. La gente que atiende es amable a más no poder, rápida y eficiente, especialmente Yassin, pregunta por el y serás atendido mejor que en ningún sitio. Creo que es un lugar que vas una vez y luego vuelves una y otra vez para volver a deleitarte con sus platos que parece que siempre saben mejor que la vez anterior. No es especialmente un sitio barato, calcula unos 30 o 40 € por persona, con vino postre y café incluido. Vale la pena. Nosotros volveremos como venimos haciendo desde hace 4 años.