Puntoecoma

Llegué aquí por recomendación de un amigo de Nigrán, una persona caracterizada por tener ‘el morro fino’, así que tenía que fiarme de él. Fui con otras cuatro personas y decidimos compartir unas raciones. Mención especial para sus calamares encebollados (los calamares rebozados tampoco se quedaban atrás) y su pulpo con almejas. ¡Ambos se merecían un monumento!
Como no pudimos resistirnos a probar su lubina a la espalda, pedimos una ración para dos. ¡Estaba deliciosa con sus patatas, zanahoria y pimientos de guarnición!
Pero es que los postres no se quedaban atrás. La tarta de manzana (servida caliente) era espectacular y la de queso, muy buena, aunque contundente (solo apta para adictos al dulce y gente con estómago a prueba de bombas). Eso sí, los postres eran algo más caros en comparación con el precio de las raciones.
Después de esto, no me queda otra que seguir la ruta gastronómica de mi amigo Víctor :D

situado en el paseo de Panxón. tapería/​restaurante con precios razonables. Mucha variedad de tapas y raciones y oferta de pescado fresco. Tiene una terraza acristalada, adecuada también para las noches más frescas)