Cafetería de ambiente joven que por la noche se convierte en pub. Siempre pone uno o dos aperitivos gratis con la consumición. No es nada del otro mundo pero sí hay algo que merece muchísimo la pena: probar la crema de orujo artesana que sirven. Muchas veces he ido sólo por eso. El local es grande, con sofás y además tiene una buena terraza cubierta en la calle. Por la noche se convierte en un pub bastante frecuentado en el que suele ir grupos de amigos a tomar unas copas.