Si alguna vez me pierdo no me busquéis en este restaurante. Intentamos ir a comer el otro día con toda la tropa;perra y bebé. Cuando vamos a comer a un sitio nuevo suelo buscar opiniones en las redes sociales, mirar su web/facebook, etc. En esta ocasión también lo hice. Me quedó claro que tenían una terraza enorme en un parque y al ir muy pronto a comer no llamé al restaurante. Fue llegar allí y ver un cartel, en un árbol del parque, donde indicaba que no admiten perros. Una camarera nos ve llegar y, como la terraza estaba vacía con la excepción de una mesa, entra a consultarlo a la encargada. Hasta aquí no pintaba bien la cosa pero habían sido amables. Ya cuando sale esta encargada(por llamarla de alguna forma) nos indica que nos marchemos porque el perro no puede estar. Su tono no me gustó nada, pero cuando le indico que reflejaré en internet su extraña política de admisión su trato hacia nosotros se vuelve aún peor, terminando en una discusión subida de tono. Nunca había tenido una experiencia similar y considero que no es nada profesional dispensar semejante trato a la gente. No puedo hablar de la comida pero les doy un 0 por su pésima atención al cliente.