Casa Gaspar

Gaspar da el «start» a una fotográfica calle llena de sidrerías en Ribadesella… Esta justo en la esquina. En la plaza de la iglesia. Es buen enclave.
Para mi gusto es el ideal para unas sidras y algún acompañamiento en días de no-​lluvia. ¿Por qué digo esto? Porque es el perfecto para estar en la terraza o, si vais entre colegas, en los bidones de la esquina en la misma terraza a medio día o antes de comer. Así que para ese momento: aciiierrrtoo!
Si vais de puente, y está todo petado, este también se os petará pero la rotación de peña en los bidones os puede dar alguna posibilidad. Y desde ahí podéis apreciar perfectamente el ambiente de Ribadesella.
Es cierto que, con mucha gente, el servicio en terraza es un caos y os puede desesperar algo. Aquí, pierde estrella. Pero aunque veáis tres estrellas arriba tened al sitio en consideración.
Otro detalle, tienen parrocha pero salen sin jamón «tostadito».
Jo!, con lo del lío en la terraza y lo de la parrocha no puedo subir a la cuarta estrella, sorry.
Metedlo entre las opciones si son las 12h o mediodía y hace bueno, es acierto para disfrutar del día.
Los menús son otra posibilidad. Estudiad las pizarras!

Restaurante bien situado junto a la plaza en Ribadesella, donde, además de una amplia carta, sirven menús del día muy dignos a 10 €/​persona.
La calidad del servicio no es de lo mejor del lugar, pero se come bastante bien y suelen tener platos típicos como fabada o fabes con almejas. Lástima que en ese menú del día no entrase el arroz con leche (según el camarero, había, pero no estaba incluido), porque los postres fueron lo más flojito del menú.
Los baños, limpios y curiosamente adornados (al menos el de señoras).
En definitiva, es una buena opción para el turista despistado que ve llegar la hora de comer y no sabe adonde ir.

Típico restaurante turístico para salir del paso, todo un poco, bueno, vale, si es lo que ahí…
Aunque lo veas lleno, busca otros lugares, es una trampa para turistas, en Ribadesella hay sitios mejores, y si te lo puedes permitir sube a Tereñes o ve a Meluerda a escasos km con restaurantes baratos y muy buena calidad.
Cómida insípida y raciones escasas para lo que uno está acostumbrado a ver por Asturias

Vinimos aquí por recomendación de mi novia, que es de la tierra y dice que este es el sitio que parte la pana en Ribadesella. Y parte la pana y está todo muy bueno, aunque también lo pagas.
En otros sitios he leído que el servicio es desagradable, pero no fue nuestra experiencia; quizá un poco parco en dialéctica, especialmente a la hora de saber si puedes pedir café en vez de postre, pero muy agradables. En cuanto a la comida, muy rica: el mejor cachopo que he comido (por ahora), aunque yo le hubiera quitado el pimiento rojo con el que lo adornan; una ensalada marinera llena de atún, gulas y mejillones; unas judías de varios tipos y guisos en cazuelas enormes y que tenían un aspecto demoledor; codillo al cabrales, que me parece un invento magnífico; pastel de centollo que, aunque no lo probé, fue más por no explotar que porque tuviera mala pinta. Que muy bien, vaya.
Además está al lado de una iglesia enorme bastante maja arquitectónicamente, en una calle llena de restaurantes que comparten megafonía en la que te ametrallan convenientemente el oído con Camilo Sesto y Rafaella Carrá (entre otros), lo que siempre es un punto a favor.
Y los baños muy limpios, gracias sean dadas a Fletcher (la Percha de la que Todo Cuelga).