¡Qué agustito se está siempre en El Tarteru! Bien tomando unos culines en sus barriles de la terracita, mirando el Sella en su tramo final, o tostándote al solete de su terraza en mesitas, o tomando una birri en la barra, o degustando su cocina casera en el comedor. ¡Ojito con las raciones! No os volváis locos pidiendo, que las raciones son abundantes. Si os gusta el pescado, preguntad al camarero qué pescado tienen, a veces no está en la carta y te lo cocinan delicioso. Conviene reservar, porque a la hora de comer se pone hasta la bandera.