Con motivo de nuestro 24 aniversario quise invitar a mi mujer a cenar allí y llamé al restaurante un día de diario, justo el día de antes, imposible, no tenian mesa hasta la semana siguiente. En vista de semejante panorama decidí ir el mismo día que fuimos a la vecina playa de La Ladeira y nos presentamos allí sin reserva por si acaso hubiera alguna anulación de última hora. En las mesas de la «zona noble» justo enfrente de la parrilla si no tienes reserva es imposible, nos dijo Laura, la maitre. Nos dio la opción de cenar en la terraza o en las mesas bajas del interior o la zona de sillones que tambien esta muy chula, asi que asi lo hicimos. Los taburetes al ser de metal unos y de madera otros pues no son para estar mucho rato(sobre todo los que padecemos de espalda) pero ante lo buena que esta la comida si que lo merece. Al poco de sentarnos vino la camarera, nos trajo la carta y tras ojear lo que había pedimos como entrantes unas deliciosas croquetas de jamón y otras de marisco, ambas caseras y muy ricas, especialmente estas últimas. Después llego la hamburguesa Benboa, con una carne supertierna y muy sabrosa, una de las mejores que he comido en mi carrera hamburguesil, con una salsa de queso azul muy sabroso que le daba el punto exacto. Las patatas no eran malas, pero no estaban a la altura del resto ni eran de sabor típico del cachelo gallego, eran como muy sosas. El plato de mi contraria fue Secreto iberico con un chimichurri que venia en una original botellita de cristal de las antiguas de gaseosa y venia servido en una original parrilla, riquísimo de sabor, las patatas asada muy ricas y con el punto perfecto la carne. De postre pedimos para mi señora una tarta de queso al horno, espectacular de buena y para mi menda unas filloas rellenas de crema con manzana confitada que solo de recordarla se me hace la boca agua. Todo genial, un sitio muy recomendable al que volveremos con reserva para probar la parrilla porque tiene todo una pinta impresionante.
Oscar P.
Rating des Ortes: 5 Madrid
Cocina de mercado con un giro de nueva cocina. Pedimos varios entrantes que no defraudaron. A destacar la tabla de ahumados y tartar. De platos principales prefiero recomendar los pescados. Espectaculares la lubina con arroz meloso y el bonito.