Un lugar pensado para reuniones o celebraciones de compromiso. Amplia Masia decorada a un estilo rústico poco original. Perfecto para grupos amplios, tienen un reservado donde caben unas 40 personas. Un viernes de cada mes traen a un DJ para bailar hasta las 2h de la madrugada. Pero vamos a lo importante, se supone de un restaurante, la comida fue más bien escasa y regularcilla, el menú que yo probé fue de unos 20 € con agua o sangría, sin postres y cafés. El menú consistia en unas tapas varias, ensaladilla congelada, gambas cocidas del super de la esquina, calamares a la romana con demasiado rebozado, lo único que estaba realmente bueno era el pinchito y el lomo. Las patatas bravas refritas y templadas. Así que si queréis comer con un aprobado justo porque necesitáis el espacio puede ser vuestro sitio, pero aún así seguiría buscando.