L’Hort(antiguamente conocido por El Huerto del Cura y que seguro que cambiaron el nombre porque previamente lo tendría otro establecimiento o vete tú a saber) es un restaurante que si le pusieran 10 watios más a las bombillas que decoran el local, todos seríamos más felices. No es que no se vea, pero al no disponer de ventanas en la parte inferior, hace que te tengas que adaptar si llegas de la calle un día soleado de verano. Pero eso no te impedirá leer su enorme carta(no sólo por el número de platos a escoger, sino por lo enorme del papel) de platos típicamente catalanes y otros no tanto. Carnes a la brasa, ensaladas, pastas… Una lista muy completa donde no quedará insatisfecho el que sea de carne, ensalada, pescado o sobretodo postres(de esto último yo soy fan acérrimo). Cuidado con elegir dos platos y postre si eres de poco comer, porque corres el riesgo de salir rodando o simplemente no poder moverte de la silla. Tiene dos comedores: uno en la planta de entrada y otro arriba(este último más luminoso), donde también hay un pequeño parque para que nuestros retoños puedan jugar vigilados y nosotros disfrutar de los buenos manjares y viandas que nos deleitarán el paladar y esas cosas.