Frida

En el bastante soso Puerto de Sagunto y en una calle la mar de normalucha cerca del paseo, se encuentra una auténtica joya. Y es que este pequeño restaurancito vegetariano es una experiencia tan intensa para todos los sentidos que realmente merece la pena pegarse el viajecito en coche desde Valencia para pasar un buen rato disfrutando de este local.
Pequeño, íntimo, acogedor. Apenas 40 metros tendrá la sala. Todo decorado con motivos alusivos a la Gran Frida Kahlo. Cuadros, retratos, leyendas… Un paraíso para un fan como yo. Tonos madera, estilo costumbrista mexicano, con motivos florales propios de la obra de Frida. Incluso las camareras llevan un peinado parecido a Frida incluida su famosa diadema de flores. Al ser pequeñito, se llena enseguida y peca de ruidoso, pero perdonable.
El trato por parte de las dueñas y del personal es muy agradable.
Y la comida… es un auténtico derroche de colores, olores, sabores y sensaciones! Desde el variado de vegetales con mermelada de piña y guindilla hasta el crêpe de cabrales y nueces, pasando por los diferentes cus cus… Arggggg! Me derrito!!! Los postres… madre mía, si los locales a los que suelo ir se tomaran la mitad de en serio los postres como estas chicas mi vida sería perfecta. Desde la torrija de horchata con helado de vainilla hasta el crêpe flambeado de leche merengada, pasando por la tarta de chocolate… Un espectáculo sin más. Si vas al Frida es un pecado no dejar un hueco al postre.
Estoy enamorado de este restaurante y creo que se nota… qué suerte tuvo Diego Rivera, que incluso tiene su huequito para señalar mediante su retrato el aseo de caballeros.
Únicos peros: la bebida podría ser mejor y si hay mucha gente el servicio puede ser lento.
Recomendado 200%!!!

Restaurante vegetariano a escasos metros de la playa.
Su decoración está basada en cantinas mejicanas y homenajea a Frida Kahlo.
Es un lugar bastante pequeño y oscuro, aunque muy coqueto, en cada mesa hay una vela y un florero pequeño.
Tiene una amplia carta y podréis encontrar platos muy ricos.
Yo adoro las verduras y me encanta ese tipo de cocina.

El restaurante está ambientado en la vida de Frida Kahlo y es acogedor y hogareño.
La atención fue muy buena. La comida e general bien y algunas cosas interesantes y las raciones abundantes.
La moussaka se podría mejorar ya que las rebanadas de la berenjena no estaban cortadas correctamente con excesivos trozos de piel y al utilizar los extremos muy gruesos. Era difícil de comer. Los patés estaban buenos, pero con exceso de queso que enmascaraba los sabores.
El postre estaba muy bueno sólo pudimos comer uno ya que estábamos muy llenos, torrijas de horchata con helado de vainilla.
La relación precio calidad para nosotros un poco alta.
De todos modos un buen restaurante vegetariano.

Un lugar encantador con una relación calidad/​precio excelente. Es un vegetariano pero que encanta a todo el mundo, hasta a los más carnívoros. Todo el mundo que he traído ha vuelto.
Es un sitio pequeño y muy recogido con un trato muy familiar. Mariángeles se hace de querer.
Como único punto negativo es que al ser un sitio tan pequeño cuando está muy lleno es ruidoso.
Tienen un menú de lunes a sábado por 12,50 €, y los festivos por 15 €. Creedme que lo vale.
Tenéis que probar el té moruno frío, delicioso!
Hoy día del padre tenían de menú:
Primero a elegir:
— Aguacate relleno con trigo, anacardos, naranja y ajo aceite de remolacha
— Dúo de pâtés vegetarianos (berenjenas y tahina y tomates secos y almendras) con sus tostas caseras
— Segundos a elegir:
Lasaña de zanahorias, espinacas ecológicas y pasas con un toque de curry
— Quiché de setas con avellanas y dátiles
Postres:
— Tarta de canela, flan de naranja y azahar, sopa de chocolate con leche con frambuesa y peta zetas de freson, helado de yogur con migas de galleta y toffe casero, sopa de fresas con sorbete de vainilla, kefir o piña, pan
Además de bebida y té o café

Está todo buenísimo, a mí me gustó mucho.
Fuimos a cenar el sábado y reservamos en la terraza. Cenamos a la carta aunque mi amiga dice que el menú de mediodía está genial.
Aunque por el nombre pueda parecer un mejicano, es un vegetariano, aunque muchos platos llevan queso.
Probamos la ensalada de la casa, muy completa, los crujientes variados vegetarianos muy ricos y nada grasientos, el humus muy sabroso, el cous cous bien, y el crêpe de requesón buenísimo.Y de postre sopa de chocolate blanco con petazetas muy bueno y nada pesado.
El servicio rápido y amable.
Me ha gustado mucho y creo que este verano volveré, a mí me ha encantado.

Las distintas texturas y sabores de sus platos hacen del Frida un restaurante especial. El personal es muy agradable. Está todo buenísimo.