Restaurante situado en el casco antiguo de Sagunto, concretamente en la subida al castillo. Son unas antiguas caballerizas del siglo XVI restauradas y decoradas con mucho gusto. Su cocina es buenísima, en ella prima su excelente producto y la creatividad de chef. Posee diversas estancias en las que podrás tener intimidad y degustar una increíble cocina de autor. Uno de mis restaurantes preferidos en Sagunto.
Lori O.
Rating des Ortes: 5 Asheville, Estados Unidos
Absolutamente fenomenal — el mejor sitio donde he comido en Sagunto, pero con diferencia. Llevo grupos pequeños de estudiantes universitarios estadounidenses a Sagunto para subir al castillo. Hace un mes, el señor que lleva la tienda de cerámicas y otras artesanías al lado del castillo(la que, por cierto, también es excelente en todos los sentidos) nos recomendó que probáramos el Palau del Duc. Éramos un grupo de 13 personas y decidimos pedir por la carta en vez de los menús. Entre 13 personas, siempre va a haber alguien a quien no le gusta algo, pero esta fue la excepción: todo a todos nos encantó. Hoy fuimos un grupo más pequeño –8 éramos– y optamos por los menús. Se repitió la experiencia en el sentido de que se notó la atención a todos los detalles. No hubo nada que no le gustara a la persona que lo había pedido, pero en vez de hacer una declaración tan general, quisiera hacer algunas recomendaciones: –el risotto de setas y champinones — excelente, los granos de arroz al punto y con una textura cremosa –el solomillo de cerdo les encantó a todos los que lo pidieron — preparado exactamente como lo habían pedido(al punto) –las dos ensaladas en la carta(las pedimos hace tres semanas, por lo que no recuerdo los nombres) eran impresionantes y además muy distintas la una de la otra. Las lechugas y espinacas, juntas con las demás verduras, estaban en su mejor momento, y los aderezos complementaban las texturas muy bien. –el tartare de canguro, con una textura sedosa –el bizcocho de chocolate impresionó a todos. Incluso algunos que acababan de comentar que ya no les cabía otra cosa pudieron con este. El servicio además era de mucha atención pero sin fastidiar nunca. El sitio es de lo más agradable, limpio hasta más no poder. Para concluir, repito aquí lo que dijo uno de mis compañeros hoy después de comer: «No sólo me gustó, sino que creó que fue la mejor comida de mi vida». Pruébalo. No te arrepentirás. (Quisiera también poner que en nuestros grupos había algunos con necesidades especiales de dieta: alergias a frutos secos, celiaquía, religión que prohíbe el cerdo… y en el Palau del Duc se acoplan a estas necesidades con una sonrisa.)