Descubrí este restaurante gracias a que mi hermana celebró un cumpleaños. ¿Qué deciros? Que desde entonces siempre que vienen amigos de fuera, los llevo a comer arroç a banda a Sol de Mar, porque lo hacen como se debe hacer: servir el marisco aparte, como aperitivo antes del arroz, exquisito. El arroz, en su punto, muy sabroso y te lo sirven con un pozalito de all i oli de verdad. ¡Riquísimo! Nosotros solemos pedir ensalada y alguna tapilla para ir picando algo. Lo que me falla es que la cerveza la sacan en litrona si es que no pides tercio. La carta de helados es bastante amplia. Para bajar la comida, puedes acercarte a dar un paseíto por la playa de piedra. ¡El azul es alucinante allí!
Juan O.
Rating des Ortes: 4 Valencia
La verdad es que este restaurante tiene bastantes cosas en contra. Primero, está situado en un rincón dejado de la mano de Alá: en el núcleo de población de Cases de Queralt(que no tengo claro si es término municipal de Sagunto, de Almenara o mitad y mitad), un pequeño poblado de unas treinta o cuarenta casas de pescadores. O vas adrede o no vas. Segundo: por fuera tira de espaldas; nada de lujos, ni de buen gusto ni de glamour en el edificio, ni de rótulo seductor, ni nada de nada que atraiga al público. Así que si no lo conoces, no entras. Tercero: el interior tampoco está demasiado cuidado. Lo han remozado un poco con azulejos, pero lo justito para superar lo que debía ser una construcción con unos acabados penosos. Y cuarto, el precio no es demasiado barato. Un arroz a banda más ensalada, agua para beber y un café no baja de los 21 €. Si sumas alguna picada, la cuenta se dispara. Pero tiene una gran cosa a favor: hacen el mejor arroz a banda que he probado en mi vida. Vaaaale, uno de los mejores, que por ahí hay otros cocineros muy buenos. De los que te sirven«a banda»(en un plato aparte) el marisco empleado para el caldo. De los que hacen la paella con un dedo de arroz, para que se cueza uniformemente. En su punto de sal, aceite y cocción(suelto, entero, pero cocido) Con un sabor exquisito. Inmejorable. Un placer que hay que procurarse de vez en cuando.