Mercado de San Pablo

Lo bueno de no esperar nada es que las expectativas no son altas y es más difícil decepcionarse. No me gusta tampoco comparar unos lugares con otros, puesto que cada rincón tiene su propio encanto.
Dicho esto, el Mercado de San Pablo es un buen proyecto en líneas generales aunque después de visitarlo en varias ocasiones no me convence.
Si quieres desayunar, no sabes muy bien por dónde comenzar… El café lo pides en un local, un bocadillo en otro y te sientas en medio de un pasillo estrecho… NO.
Otra cosa son los precios, desde el principio bastante altos, aunque pasado un tiempo se han ajustado un poco.
Puedes encontrar para comer restaurantes asiáticos, mexicano, libanés… Uno de hamburguesas que tienes al menos 6 – 7 con diferente nombre pero igual contenido (en serio), heladería… Bares de tapas, carnicería…
Mi consejo es que no te dejes guiar por ningún comentario, que simplemente vayas y que intentes disfrutar con lo que ves.

La verdad es que este es un lugar donde las expectativas son mayores que la realidad, es una versión muy «light» de algún otro mercado como el de San Miguel, quizás el exceso de marketing y la larga espera no le han hecho un favor.
Eliminando prejuicios y comparativas el lugar es bastante decente, sus productos son interesantes, aunque la mayoría un poco excesivos en el precio. En cuanto al lugar, está bastante bien, situado en un lugar inmejorable, y con un aspecto sencillo.