Super-friendly wee place with cost atmosphere. My parents and I stopped in here as it was the only place open on a cloudy December afternoon. We sat at the bar and got some good wine, enough food to fill us all up(plus an awesome dessert), and some good Spanish atmosphere all for exactly € 20! There is a restaurant through the back too, which we didn’t see, but seemed to be buzzing, and if it is anything like the bar, will be great quality and very reasonably priced. Very happy we discovered this wee gem!
Rafa G.
Rating des Ortes: 5 Sevilla
Hablar del bar El Varal es hablar de «Er Barti». Porque nadie dice: «vamos a tomar algo al Varal», sino«vamos al Barti a tomar unas tapas». Y es que desde que este ya emblemático bar del casco antiguo de San Roque abrió sus puertas en los 90 en su antigua ubicación en el pequeñito local de la calle Almoraima, su propietario Baltasar(Balti -«Barti» en andalú– para los amigos) se ha convertido en toda una personalidad en la localidad. Porque ir a comer al Varal(bueno, al Barti, vamos a llamarlo por su nombre) es toda una experiencia tanto para el paladar como para el estado de ánimo: no hay mejor anfitrión que el dueño de este bar para disfrutar en un ambiente distentido y, muchas veces, divertido cuando le da el punto y hace alguna de sus bromas(de buen gusto) y sus comentarios chispeantes. El bar El Varal está situado, además, en un entorno privilegado: en la misma Plaza de la Iglesia de San Roque, junto a la parroquia Santa Maríà la Coronada(donde se guardan muchas de las imágenes religiosas traídas de Gibraltar durante el éxodo de los habitantes del peñón tras ser ocupado por los ingleses en 1704), justo enfrente del Palacio de los Gobernadores(actual Casa de la Cultura), a tres pasos mal contados de la Plaza de Armas y del mirador de Los Cañones… ¿Qué más se puede pedir? Pero si de ambiente agradable está sobrado El Varal, de cocina no digamos. A ver, hay quienes os dirán: pídete esto, pídete lo otro, pídete aquello… Hay habituales al Barti que se piden siempre lo mismo, y yo os aseguro que hay mucho por descubrir en su menú. Para empezar los montaditos, de muchas clases y con salsas y sabores variados. Los montaditos son el clásico de El Varal: los de mojo picón, ali-oli, tres pisos, serranito, roquefort…(los de salsa con su filete de lomo, ¿eh?). Preguntadle a Balti el resto… no sabréis cuál elegir. Después de los montaditos, ¿qué tal una berenjenas fritas con miel? Un plato exquisito, amigos: tiras de berenjenas frititas, en su punto de sal, rociadas con miel de caña… las papilas gustativas os lo agradecerán toda vuestra vida. ¿O una rebanada de pan tostado con bacalao o salmón? Ahora, que si sois de plato de huevos fritos con patatas, adelante, las cocineras de El Varal os prepararán uno con jamón serrano por encima que provocará que mojéis pan hasta hacerle daño al plato. Y para rematar la cosa, carnes como el secreto, el pollo con salsa«strogonoff», o pescados como la rosada frita o los chocos… Yo qué sé… Mirad, lo mejor es que vosotros mismos descubráis todo lo que la cocina de El Varal os proponga. Y luego me contáis si salís, o no, defraudados. Que va a ser que no.