No se qué me pasa que cada vez me gusta más el dulce… por eso, no pude evitar entrar en esta bonita panadería-pastelería de Sant Cugat, ubicada a escasos metros de la estación de Ferrocarril. Tienen tanta variedad y con tal pinta que me costó decidirme, y acabé haciendo un buen encargo: dos panecillos de pan blando(muy ricos, ideal para bocata de desayuno o merienda), unos polvorones de almendra que no estaban mal, un croissant de jamón y queso riquísimo, un coulant para meter en el microondas muy bueno también y unos vasos de cristal con distintos tipos de chocolate que fueron una de las cosas que más me gustaron, ¡qué delicia! Me comentaron las chicas que una de las cosas que mejor les sale es el «hojaldre», así que tendré que volver para probarlo. Tienen zona de cafetería — restaurante(preparan ensaladas y platos para comer) y me encantan los pequeños sofás con cojines que tienen fuera, ideal para días de primavera — verano.