Can Dolç

Just back from a lovely holiday in Sa Riera, Spain. On our first evening we ate here (my friends favourite). Despite it being low season the restaurant was brimming with locals (sign of a guaranteed great eat if you ask me)! Greeted by such friendly staff on arrival and taken to a little hide-​away upstairs. I loved the feel of the place already; real, authentic Spanish! We were swiftly brought tostadas (we got to rub garlic and tomatoes, to our preference, onto the toasted bread). We all ordered starters, mains and of course wine (why is it so much cheaper in Europe?!). The other 3 all ordered goats cheese salad (we consumed far too much of this on holiday)! I had courgette tarrine and Roquefort, I didn’t really enjoy the texture. For mains the others went for a variety of beef dishes and I got aubergine pie — delicious!
The main more than made up for the starter and the atmosphere was great with lovely staff!
We left satisfied and full, passing through the square where you can eat outside the Can Dolç on a warm summers eve! to

El restaurante tiene una decoración rústica. Encaja perfectamente con el estilo del pueblo. En cuanto a la cocina es tradicional catalana y de muy alta calidad. A nosotros nos atendió Christian y la verdad es que hacía tiempo que no nos cruzábamos con alguien tan amable, profesional y atento.
En cuanto a la comida nos gustó el detalle que tenía cada mesa. Nada más llegar te ponen un aperitivo con aceitunas y mini longanizas. Y hay tomatitos y ajo en un plato para hacerte tu pan con tomate. Christian nos ayudó a elegir el vino. Probamos el Finca Pla del Molí, un vino del Empordá hecho con Cabernet Sauvignon y Merlot. Estaba delicioso. Perfecto para la carne a la brasa que tomamos.
Pero antes de la carne probamos los entrantes. Tomamos el pastel de puerros con salsa de roquefort y la escalibada. Todo riquísimo pero a mí lo que más me gustó fue la escalibada porque la berenjena y los pimientos estaban en su punto.
De plato fuerte optamos por por probar el cordero y el entrecôte. El cordero porque nos encanta y el entrecôte es lo que nos recomendó Christian. Creo que fue todo un acierto. Estaba todo sublime.
Y ¿cómo no? tomamos postre. El sello final para un almuerzo excelente. Optamos por dos clásicos: el coulant de chocolate y la crema catalana.
La verdad es que disfrutamos como enanos y por eso recomiendo este restaurante a quien vaya a visitar esa zona. Después de comer fuimos a visitar Peratallada y a tomar un café allí. Es un pueblo histórico precioso que merece la pena visitar. Bueno, pues ya tenéis plan para el proximo fin de semana.

Sant Feliu de Boada ist wirklich ein tolles verträumtes Örtchen mit sehr guten Restaurants, in denen man in schöner Atmosphäre essen kann. Für mich ein Geheimtipp, nicht so touristisch. Das Can Dolç ist immer gut gefüllt gewesen und das Preis-​Leistungs-​Verhältnis haut einen hier wirklich um! Für unsere Hauptgerichte haben wir im Schnitt 8 Euro bezahlt. Das Essen war gut und die Portionen nicht zu knapp. Auch gab es vorher Oliven und Brot mit Tomate und Knoblauch. Hauswein auch sehr lecker und günstig, der Service freundlich. Empfehlenswert!