Masía rural con una comida increíble. Especialistas en platos a la brasa. Cuenta con varios comedores y bastante grandes, pero cada mediodía está lleno. No importa si es Martes o es Sábado. El restaurante abre a las 13:00 horas y siempre hay gente esperando en la puerta. La primera vez que lo vi, no me lo podía creer. Desde ese día, siempre que he ido, he llegado antes de que abriesen. Los platos son bastante originales, sobretodo las ensaladas. No se limitan solo a butifarras y pollo a la brasa. Los postres no se quedan atrás tampoco. He probado varios y no sabría cual es mi favorito… El servicio es muy profesional, rápido y atento.