No es el típico lugar el que yo iría por mi cuenta, pero hace un tiempo tenía a una amiga que trabajaba los fines de semana allí. Tienen una terraza pequeñita frente a la Rambla del Raval y la sala interior cuenta con unas 20 mesas, con una decoración más bien moderna. Se puede comer o, como yo siempre he hecho, ir a tomar cócteles. Hay un gran surtido y los preparan de mil maravillas. Suelen tener música electrónica de fondo. Es un buen lugar para comenzar la noche.