El Cruce

Como las bravas de este restaurante ningunas!!! El corte es a rodajas con salsa alioli suave y pimienta, exquisitas, otros dos platos de mis favoritos los caracolillos de temporada y el cazón en adobo. Resto de tapas igual de espectaculares las raciones son generosas.
Como inconveniente os diría q hasta por lo menos el año pasado en sus cartas había un plato de chanquetes pero en realidad es un sucedáneo… Los chanquetes no son comercializados por ley dado su peligro de extinción, por lo que no es posible q los sirvan en restaurantes… Y el sucedáneo q sirven esta más o menos, desgraciadamente los q hemos probado los chanquetes no nos conformamos con sucedáneos.
El servicio es rápido una vez te sientan en mesa. La mayoría de veces esperas un largo rato en cola para la mesa.
Ojo no admiten tarjetas.

El Cruce es uno de los clásicos para mi, pues parte de mi infancia la recuerdo tapeando allí, casi siempre en familia y entre risas –eso nunca puede faltar-.
El local es amplio, y con el tiempo han ido haciéndose con los locales adyacentes, de modo que, actualmente disponen de cuatro o cinco amplios salones –como poco, los que pude contar la última vez– y una gran terraza.
La decoración está cuidada –como diría yo– al más puro estilo patio andaluz, lleno de alegres flores, botijos de barro pintados, alguna ventana rejada en las paredes y un falso pozo monísimo, ambientándote como si por el sur anduvieses. Las paredes visten con cuadros y arcos con coloridas baldosas separan las diferentes estancias, repletas de mesas que, en horas puntas puedes encontrar llenas, así como largas colas a la puerta esperando para coger sitio.
Pese a que también ofrecen menú –bastante asequible-​, yo siempre he ido a lo mío, al tapeo del bueno. Los productos son de calidad y eso, se nota.
El personal es muy amable y atento, aún cuando están hasta los topes de faena no pierden el buen humor y la sonrisa, cosa que siempre se agradece.
Los precios son correctos, siempre yendo al tanto con la bebida y los postres que son lo que más suele subir la cuenta prácticamente en todos sitios.
No puedo omitir algo que me ocurrió la última vez que estuve por allí y que me dejó sorprendida. Llegué la primera y mientras esperaba a mis acompañantes, decidí que sería buena opción esperarlos tomando algo en su terraza a la fresqueta mientras llegaban, aprovechando el buen tiempo. Y cual fue mi sorpresa cuando amablemente sus empleados me comunicaron que el servicio de terraza no abría hasta las 19 horas, por lo que tuve que irme a la terraza de un bar cercano a tomarme algo mientras esperaba.
Sinceramente, no puedo entenderlo, me quede bastante parada, pero que quede como aviso para navegantes, la terraza –aún estando montada-​, abre a partir de las 19 horas, que no os pase como a mi ;).

Yo intento venir aqui a comer siempre que puedo, son muy famosos por sus caracolillos y hacen de martes a jueves un menu semanal muy bueno, y lo mejor para mi es el espacio que tiene, tiene tres salones decorado al estilo andaluz con platos pintados. Lo malo, por su parte, es que tienes que estar media hora haciendo cola, sobretodo los domingos.
Ufff los domingos a petar…