Este sitio me ha salvado el culo(bueno, el estómago) más de una vez y es que tiene un horario estupendo para dos de las ocasiones en las que más pereza da cocinar del mundo: 1. Has salido de gariteo te han dado las tantas y ahora cenar es imposible 2. Te han dado las tantas y cenar es imposible, pero tiene aun más delito… Estabas en casa tirado tiradísimo en el sofá Aunque no es exactamente el típico sitio de comida para gente obviamente ebria y que pretende seguir estándolo(eh, nada en contra de esos sitios) la oferta de comida se asemeja bastante, a saber: perritos, hamburguesas, patatas fritas, alitas de pollo, bocatas… Todo está de lujo y son bastante rápidos, y lo que es mejor, la relación calidad precia es, a mi entender, estupenda(3’50 un perrito con queso y bacon creo recordar… ojo, no un perrito guarrero, un perrito en condiciones con su pan de verdad y la salchicha cortada por la mitad para que se haga bien etc, etc. y de buen tamaño) Dentro cuentan con un par de mesas por si hace fresquillo y no tienes donde caerte muerto, pero se nota que la idea del sitio es que te lo lleves. Tienen además algunos menús que tampoco están nada mal de precio. En resumen: salvavidas de guardia. Mola y mola mucho.