Casa Sampedro

Casa San Pedro lleva presidiendo el cruce de Adarzo desde la primera mitad del siglo pasado, y sirviendo el blanco a los lugareños después de misa desde… bueno, desde que los lugareños todavía tenían la costumbre de ir a misa antes de ir a tomar el blanco, claro.
La decoración del local, pequeño, básicamente consiste en el poso que todos esos años han dejado en el bar: una curiosa acumulación de objetos de pueblo antiguos (muchos de los cuales seguramente no lo eran tanto cuanto se colocaron) distribuidos sin especial descuido pero sin artificio. Vamos, que no es que lleven colgando cosas en las paredes sin ton ni son desde 1935, ni que sea de revista de decoración, sino que el resultado es un punto intermedio que resulta familarmente agradable y acogedor.
En cuanto a la comida, es básicamente un sitio para llenarse a base de raciones por un precio razonable. Son abundantes, y a la hora de pedir hay que tener en cuenta que con una por persona se suele ir bien servido; el pan que te ponen –salvo que digas lo contrario– es variado: de maíz, de pipas… un detalle curioso y de agradecer si también te gusta disfrutar del pan en sí.
El personal es agradable incluso en los momentos de más jaleo, como los fines de semana a mediodía, cuando el local se vuelve no apto para quienes no soportan los sitios bulliciiosos. En la terraza permiten perros y en el interior comentándolo también (por lo menos de tamaño pequeño/​mediano y por supuesto bien educados).
Si ya has aparcado (tienes un ‘prao’ enfrente que hace las veces de aparcamiento), pillas lleno casa San Pedro y te apatece comer por el similar precio y misma calidad (pero de menú) en otro local cercano, a pocos pasos tienes «El Escondrijo»; de los mismos dueños. Pregunta en Casa San Pedro cómo llegar, porque hace honor a su nombre y a pesar de estar casi al lado puede ser difícil de encontrar a la primera.

Situado en el barrio de adarzo, en la periferia.
El restaurante es pequeño pero muy agradable.
Muy pero que muy buena comida en plan de raciones a muy buen precio, con amplia carta de raciones.
Muy buen trato. Eso si siempre esta lleno, incluso entre semana. Los fines de semana ir sin prisa por cenar, ni por aparcar.