Pequeño y bonito local para tapear. Riquisima la hamburguesa de novillo y muy buena atención por parte de la camarera y cocinero. Habrá que volver a probarlo para ver si me reafirmo.
Txema M.
Rating des Ortes: 3 Sevilla
Vinimos a comer un grupo de amigos aprovechando las bondades de la tarjeta R50 y que, además, el sitio tiene buena pinta cuando pasas por delante, dando un aire diferente a todo lo que hay por la zona. Nos trataron estupendamente y pedimos cuatro platos a compartir entre los cuatro que éramos. Algunos estaban mejor, otros tampoco suponían nada especial, pero tampoco ninguno quedó como un básico o imprescindible para estar deseando volver. Me gustó que tenían cervezas artesanas, que es relativamente sencillo aparcar por la zona y que, aprovechando las oportunidades, puede salir barato comer aquí.
Josephine J.
Rating des Ortes: 1 Sevilla
Decepción total de este sitio y de sus tapas. Muchos creeran que soy un poco exigente, pero todo lo que pedí son platos que yo hago en casa, que he experimentado miles de veces, que he realizado en cursos de cocina de gastronomías diferentes y que he tomado en otros restaurantes/bares, y puedo comparar con conocimiento de causa. En primer lugar el hummus, reseco, nada cremoso. Como si cogiéramos un bote de garbanzos y lo trituráramos sin más. No notaba el sabor de la tahina ni del AOVE ni del limón tan característico del humus. Puede que llevarán, no lo niego, pero en una proporción tan baja que ni se notaba. Eso sí, comino a saco. El comino se añade al tipo de hummus que se hace en Marruecos, en Grecia por ejemplo le ponen otras especias, y hay que tener mucho cuidado con ésta en concreto de sabor intenso. En fin, que ya no voy a hablar del hummus que hago en casa, que por supuesto lo hago a mi gusto y me encanta, tanto al estilo de Oriente Medio como al Griego o al Marroquí, sino el que venden en un famoso supermercado tiene más matices y cremosidad que este que me sirvieron en Anká. En segundo lugar el tartar, dios!, en un tartar deben de ser visibles y estar diferenciadas las capas de pescado de la verdura o fruta que se le pongan, en este caso aguacate. No se mezcla en un bol todos los ingredientes como una amalgama, porque además con el aguacate lo que conseguimos es que se emulsione y parezca que todo esta empapado en una salsa tipo mayonesa. Desastre total. Y luego el foie a la plancha, plato correcto, pero claro sin elaboración alguna, solo sacar del paquete y asar… De postre tarta de zanahoria y coco que estaba muy rica eso sí, pero nos dijeron que las hacía una mujer de fuera que se las compraban… En fin, muy mala experiencia en el Anka. Yo no entiendo como la gente se come cualquier cosa que le ponen por delante sin chistar.
Jose D.
Rating des Ortes: 5 Sevilla
Hola a todos: Tengo dos restaurantes favoritos en Sevilla, y uno es sin lugar a dudas ANKA. Se come de miedo, comida muy variada y rica. Es curioso, pero lo que aparece en negativo en algún comentario a mi se me antoja positivo. Voy por partes: –Aceitunas pequeñas: cierto, llaman la atención, pero son una variedad así de pequeñas, pero sabrosísimas. Como son pequeñas, caben más en el pato ;) –Atún: está riquísimo, el precio actual no lo recuerdo, pero está bueno de verdad. Y no dejes de probar las ensaladas, siempre tienen un toque original, pues para comer la típica de todos lados… La carne la hacen buenísima, hacen una hamburguesa de novillo rico. Se nota que compran la materia prima de calidad. Las cremas: son mi debilidad, ahora en verano apetecen menos, pero en invierno hacen una de coliflor(mira que este sabor es raro, pero está de miedo). La de zanahoria,… La verdad que todas. Y si esto, le pones un poco de vino, unas cervezas previas y amabilidad… Y lo mejor, a veces hacen actos«especiales», catas, exposiciones temáticas, conciertos,… Te imaginas lo que es oir música de Los Beatles o de Silvio en directo mientras cena con buena compañía? Es lo más. Mejor síguelos en Facebook, ya que allí lo publican todo, también están en @ankarestaurante. Lo que es cierto, que no es el típico bar de tapas convencionales que tan cansados estamos en Sevilla, hacia falta bares o restaurantes como este. De ahí que el precio no sea bajo, pero tampoco se pasan, para nada prohibitivo. En serio, no dejes de ir, al menos, una vez en la vida ;) Saludos
Cristina A.
Rating des Ortes: 2 Sevilla
Como no conozco muy bien la zona de Sevilla Este, estuvimos buscando un bar donde cenar y acabamos aquí, muy mala elección. Nos sentamos en una de las mesas de fuera y cuando vimos los precios de algunas tapas nos dimos cuenta de que era un sitio realmente caro. El momento cómico de la noche fue cuando nos trajeron el aperitivo por cortesía de la casa, unas aceitunas del tamaño de un hueso, eran las aceitunas más pequeñas y ridículas que he visto nunca. Había algunas tapas«económicas» como la ensaladilla, o lo que probamos, el crujiente de quesos y el gazpacho de zanahoria, pero otras tenían un precio desorbitado. Por poner un ejemplo, una tapa de atún 6’90, una de bacalao 5’50, que no sé si merecerán su precio, pero era una tapa y he comido tapas de atún muy ricas por menos de la mitad. Decidimos pagar y salir corriendo sin mirar atrás…
Ignacio L.
Rating des Ortes: 4 Dos Hermanas, Sevilla
Por estas fechas hace dos años trabajaba por la Avenida de Emilio Lemos. He de reconocer que después de más de cinco años viviendo en Sevilla no había pisado ninguna calle de Sevilla Este; nada se me había perdido por allí. De hecho recuerdo que un día antes de incorporarme estuve bicheando y perdiéndome por la zona en coche para que a la mañana siguiente no me costara dar con el sitio, aunque lo cierto es que después de todo me costó. Tenía un turno de mañana y a las tres de la tarde a muy tardar ya estaba en casa. Pero ya se sabe cómo es la profesión periodística, cuando te toca un cierre mensual de edición te pasas esa semana entera comiendo fuera y a la media hora volver subir al tajo. Probamos muchos sitios y cuando los reuníamos más de cinco siempre veníamos aquí. Es una comida muy singular. Nada más entrar te encuentras con su aclaración gastronómica«restaurante en miniatura», durante mucho pensé que era por su pequeño tamaño y por las pocas mesas, donde casi siempre teníamos que comer en la barra y a penas se cabía, teniendo que tener mi Seven up(cuando trabajo nunca bebo alcohol) en una mano y el tenedor en la otra. Al tiempo y porque me lo apuntó un amigo, sino mi imagen no hubiese cambiado, comprendí que era por el tipo de platos. Ese tipo de «quiero y no puedo» que se da en algunos casos con la comida de alta cocina y que los bares de tapas apenas llegan a rozar. Aquí lo rozán y muy bien, el quiero y no puedo es para los clientes, ya que por poco precio –sobre todo en las tapas– se puede optar por gran variedad de platos que salen de los ingredientes más comunes que te encuentras en cualquier bar al mediodía. Si tuviese que recomendar cómo ir a este bar, lo haría pidiendo que fueran en compañía de unos cuantos amigos para comer algo rápido en plan picoteo, donde pidiendo muchas tapas se pueda probar de todo. Creedme, es la mejor opción sobre todo porque si te pides tapas individuales te quedas con las ganas que pedir otras más, sobre todo por conocer a que saben. Yo lo empecé haciendo así y terminé haciéndolo del mismo modo, después de saborear prácticamente todos.