Arenal de Sevilla

Resulta cuanto menos sorprendente, que espacios como este existan y tengan el respaldo legal para que en ellos se lleve a cabo una actividad comercial y lucrativa en beneficio de unos propietarios.
Se trata de una tienda en la que se venden artículos autodefinidos como «de carácter histórico». El paseante debe entender que la simbología e iconografía de un régimen totalitario, fascista y criminal que determinó de forma crucial la historia reciente de nuestro país, es un posible elemento de lucro y enriquecimiento personal.
Muchos de los que lean esto podrán decir: «Pues si el águila imperial procede del escudo de los reyes católicos» e «incluso el yugo y las flechas» que todos conocemos de sobra. Solo me queda resumir (una vez más) que el Escudo de armas de los Reyes Católicos nunca tiene escrito el lema franquista: «Una, grande y libre», sustituyendo al celebérrimo; «Tanto Monta». Resulta ser pura (y dura) apología de una dictadura asesina y lo peor de todo (insisto), alguien gana dinero con ello. Es más, como puede comprobarse a través de Unilocal (por ejemplo), es la segunda tienda que abren en Sevilla, la primera está situada en la calle Adriano (prácticamente anexionada a la pza. de toros de la Maestranza) y hace escasos meses se abrió la que aquí referimos, sita en la céntrica calle Francos. Podría decirse que les está yendo bien…
Esta más que desagradable realidad supone una nueva demostración de la crítica situación de ignorancia galopante que asola a todos los sectores del país. Es la respuesta visible de un Estado que nunca ha vivido una transición política sino una transacción hacia lo que hoy llamamos democracia. Por poner un ejemplo cercano, en Alemania, por el simple hecho de sugerir una consigna relacionada con el fascismo, puedes dar con tus huesos en la trena. Comparen ustedes mism@s.
Acompañando a esta reseña se dispone el enlace de su web, en la que puede comprarse online; un pin de Jose Antonio o un busto en bronce del Caudillo genocida en su apartado: «Especial General Franco».
Para concluir, y tal y como advertía el poeta Ángel Gonzalez:
«La Historia de España es como la morcilla de mi pueblo, está hecha de sangre y se repite».