Hablar de Blanco Cerrillo es referirnos a una parada en el camino. No más. Si estás de compras o paseando por las calles Tetuán o incluso Rioja, su olor a adobo te habrá invocado cual flautista de Hamelín. Y es cierto que para todos es un gusto pararse y tomar una tapa(muy barata: 1’80) de sus míticos boquerones en adobo, pero sinceramente no le pidas más. En su interior apenas cabe una mosca(aunque algunos de las apañen para sentarse en el pollito de la ventana o los barriles de cerveza) y en la calle no tendrá más de 5 o 6 mesas, así que intentar encontrar sitio en este templo de la sevillanía es una misión que requiere de tiempo y mucha paciencia. Algo que, como decía, no merece la pena para simplemente tomar sus boquerones. De modo que ármarte de valor y adéntrate para intentar hacerte un hueco en la barra, pide tu tapa y una bebida para bajarla(aunque entra sola) y continúa tu camino. Ya volverás otro día de peregrinaje.
Kike M.
Rating des Ortes: 4 Boston, Estados Unidos
Una parada obligatoria para todos aquellos que vengan a Sevilla. Este pintoresco bar, dónde lo mejor es comer de pié en la barra, es especialista en adobo y pescaito frito. Pedir el adobo si o si, en tapa mejor que en ración! Además los camareros son bien majos :)
Rafael Ángel F.
Rating des Ortes: 5 Sevilla
A los ricos boquerones en adobo. Me encantan sus boquerones en adobo. Os recomiendo el pavía de pescada, y una de las ensaladillas más sencillas a la par que exquisita, de Sevilla. Son especialistas en ‘pescaíto frito’. Atención profesional y agradable. Económico. A destacar la amabilidad del señor Emilio Porras, encargado de atender en la terraza. Punto de obligada parada, en el tapeo por la Zona Centro.
Kim C.
Rating des Ortes: 5 Seville, Spain
Blanco Cerrillo is one of the oldest bars in Seville. Very simple and no fuss. It is perfect for eating fried fish tapas, and the adobo is loved by the locals. It gets very packed and the tables outside(and any convenient space to place a tapa and beer) are usually occupied. Once inside though, you can normally holler your order and then inch your way to the bar. It is equipped with a team of three or four older waiters who are constantly shouting out the orders to the kitchen crew«‘obo», «eroneeeeh»(boquerones). Something that I loved here before the smoking ban was that one of them had a little ciggy nooky-hole and would serve you and go back for a crafty drag every once in a while — now he swigs from a Cruzcampo botellín instead(a small bottle of Cruzcampo). Tapas are well-priced
Beatriz V.
Rating des Ortes: 4 Sevilla
Vale, no es el bar más bonito de Sevilla ni el que mejor puede optar a una estrella michelin. Vale que su higiene es de aquella manera y sus camareros no son ni lo más agradable ni lo más impoluto. Vale que hay que estar de pie porque para pillar una mesa fuera hay que echar una solicitud con un año de antelación. Pues aún así a mi me encanta: es el punto final de mis días de compras en el centro. Con un tapeo muy típico, su plato estrella son los boquerones en adobo y, además, son el ambientador de toda la C/Tetuan. Pero su tortilla de patatas también está muy buena y las pavías. Además es uno de los sitios que mejor tiran la cerveza Cruzcampo y en vaso de duralex, una especie en extinción. Y, sobre todo, bastante razonable de precio.
Manuel M.
Rating des Ortes: 2 Sevilla
No recordaba por qué hacía años que no entraba, y lo he recordado hoy. Será que no soy un típico sevillano, porque yo un sitio en el que comer en la calle de pie, como que no. Y la comida… Pues no se de donde le vendrá la fama… Lo que he comido estaba bien, sin más. Un lugar típico pero que no es para mí.
Jaime S.
Rating des Ortes: 4 Milán, Italia
Esta reseña se podría ventilar muy fácilmente con una única palabra: ADOBO Pero no. Aunque, ¿nunca habéis ido dando un paseo por la calle Velazquez y habéis percibido ese aroma tan característico? Pues viene de una callecita donde suele haber un pequeño bullicio, que no es más que clientes del bar en la terraza que no caben dentro, ya que es un espacio bastante, bastante pequeño. El ambiente que hay rezuma la típica tasca cutre de toda la vida, con papeles de servilleta y demás basurilla por el suelo, y los camareros más rancios que un cinturón de esparto de hermandad de cola. Pero por lo que se soporta, y no es que me resulte un coñazo estar, es el adobo, sí. Muy sabroso, bien frito y que deja con ganas de más. La tapita es barata, pero pequeña eso sí, y te la sirven ipso facto, se nota que es lo que se pide. Aunque también es la tónica general con el resto de tapas, que son las de toda la vida, su solomillo al whisky, su pescaito frito, su tortilla papas. Y no esperes grandes alardes, aunque recomiendo al menos pasarse, una vez en la vida si se va de camino, en un pequeño pit stop, por este entrañable lugar a probar esa tapa estrella.
Raúl B.
Rating des Ortes: 4 Sevilla
Blanco Cerrillo es otro de esos bares de obligada visita en Sevilla. La rancia sevillanía que transmite este lugar es única, le da un toque encantador al sitio. Y el sitio de camino le da un toque encantador a la calle Tetúan a la que suele inundar con el olor de su adobo, tapa predominante entre sus visitantes. Y es que Blanco Cerrillo ofrece un adobo que está de lujo, entre otras tapas, pero tampoco es que tenga una carta para sibaritas. Las cervezas en vaso de duralex y poco más. Si estás de compras por el centro es un lugar idóneo para hacer una paradita y coger fuerzas. Deja que tu olfato te lleve hasta ellos.
Txema M.
Rating des Ortes: 2 Sevilla
Lo mejor que tiene este local es que todo el mundo lo conoce por el olor que deja en la calle Tetúan a adobo, casi a cualquier hora(no quiero pensar en los que vivan encima o en la misma calle) y, normalmente, llama al hambre cada vez que se pasa por allí. Yo, sin embargo, no lo tengo entre mis sitios favoritos aunque no le niego el mérito ni la fama que tiene. Da bastante asquito entrar y ver la higiene del local, de algunos camareros que lo mismo tienen en la mano el maldito Trapo Amarillo que cogen el queso que te vas a comer, que te sirven los boquerones en adobo, que te ponen una cerveza o friegan unos vasos. No me agrada nada. Menos, cuando entras en el servicio y ves cómo lo tienen. Me dijeron una vez que el estado del baño de algunos bares refleja muy bien cómo tienen la cocina. Siguiendo esta«norma», me alegro de no ser cliente habitual. Pero quitando eso, al resto de sevillanos les parece un templo donde para, comer boquerones en adobo, altramuces y Cruzcampo. Poco más. Todo el mundo lo conoce. Todo el mundo le rinde pleitesía. Yo eso de tapear de pie o sentado en el suelo o el portal del edificio de al lado… no lo veo.
Ruben V.
Rating des Ortes: 5 Sevilla
Blanco Cerrillo, o también conocido como el ambientador a Adobo de Sevilla. Cualquiera que ha pasado por la calle Tetuan en horario de apertura del local se ha visto llevado por un olor a Adobo, que casi como en los dibujos animados, le ha guiado a un pequeño local, casi escondido en una bocacalle de sierpes, sonde si no supieras lo que hay dentro de su cocina, posiblemente ni te atrevieras a pisar, porque reconozcámoslo, el local lo tiene todo, es feo por fuera, por dentro estrecho y antiguo, vamos, completito, pero eso si, ese olor, y el sabor de una buena tapa de boquerones en adobo con su cerveza fresquita hacen que se te olvide lo feo que es el local, y que te de los mismo si hay más gente que en una bulla de semana santa allí dentro, estás probando una de las delicatessen de Sevilla y lo sabes. Obviamente, que más puedo decir, otro de esos sitios a los que cualquier sevillano y visitante no puede faltar, todo un MUST
Luis A.
Rating des Ortes: 4 Sevilla
¿Qué os voy a contar que no sepáis, o no os hayan contado ya, de este lugar tan grande que ocupa un espacio tan reducido físicamente? No soy de las personas que más ha ido a tomar adobo a este templo sevillano, porque en esta ciudad hay templos religiosos y templos de otras muchas cosas, pero es que al pasar por la calle Tetuán, con ese olor, como tengas un poco de hambre… o sin tenerla, da igual, es que se abre el estómago y apetece una tapita. No sólo está bueno el adobo, que por cierto, no es el adobo típico, lo normal si pides adobo es el cazón, pero aquí son los boquerones, de todos modos es un detalle sin importancia, porque está muy rico. También está bueno el resto de tapas y platos que ofrecen, lo que pasa que es muy cómodo pedir el refresquito con la tapita de adobo y seguir el camino. Cómo será el lugar, que cuando estuve allí la última vez, había tanta gente que algunos estaban apoyando(no es nada nuevo, pero dice mucho del sitio) como decía, apoyando los platitos de las tapas en cualquier borde de una pared, puerta o sobre una papelera si hace falta. Que alguien me invite a una tapita de adobo en Blanco Cerrillo pronto…
Lucía J.
Rating des Ortes: 4 Madrid
El olor a adobo de la calle Tetuán alimenta a todo el que pasa cerca de Blanco Cerrillo. Si has paseado por esta conocida calle del centro de Sevilla, seguro que reconoces ese olor. Mi consejo es que te adentres en la calle José de Velilla y te des el pequeño capricho de pedirte una cerveza con una tapa de adobo. ¡Seguro que lo disfrutas!
Juan Ignacio B.
Rating des Ortes: 5 Sevilla
Hablar de aroma del centro de Sevilla, porque ‘huele que alimenta’. Creo que Ferrán Adriá se inspiró en vender humo paseando por Calle Tetuán ;-) Bromas a parte, decir que es el marketing olfativo por antonomasia. Allí con una cerveza y una tapa de adobo, uno se siente el más feliz. Tan famoso es, que hasta es nombrado en libros, como en el de Julio Muñoz(@RancioSevillano) ‘El asesino de la regañá’
Adrián C.
Rating des Ortes: 4 Madrid
El incienso de la calle Tetuán. Si uno piensa en los aromas típicos de nuestra ciudad rápidamente se le venga a la cabeza el azahar, el incienso y el perfume de la calle Tetuán. Pues ese perfume no es más que el que sale de este minúsculo bar. Esta siempre hasta arriba así que si pasas algún día y ves que hay un hueco, no dudes en sentarte y disfrutar de una buena tapa de Adobo. El problema es que a lo mejor no vas a querer marcharte después. Estos restauradores han sabido crear la droga perfecta del sevillano; el Adobo de Blanco Cerrillo.
Serra M.
Rating des Ortes: 5 Gines, Sevilla
Es imposible no ir por el centro de Sevilla por la calle Sierpes y no oler los boquerones en adobo, un olor que te lleva y que si huele bien, sabe aun mejor, además de tener variedad de tapas de gran calidad. Es un lugar idóneo para tapear bien y rápido.
Juan P.
Rating des Ortes: 5 Gines, Sevilla
El misterio de Blanco Cerrillo y el por qué huele la calle Tetuán a adobo tiene su explicación, pero se mantiene bajo llave tras Pepe, su dueño. Lo único que le pido a todo aquel que no haya ido, es que vaya, se pida una tapa de boquerones en adobo y luego me cuente si no ha pedido una segunda o ha vuelto con amigos a pedir una ración. Un trato espectacular, una sencillez increíble en sus trabajadores y un bar que ha pasado de manos en una familia que sigue trabajando a destajo para tener su sello propio en la ciudad.
Gonzalo A.
Rating des Ortes: 4 Sevilla
Sin duda merece la pena probar el mejor adobo de Sevilla. Los que seáis de Sevilla y no lo conozcáis, es el lugar que hace que al pasar por una zona de la calle Tetuán huela a adobo una barbaridad, está tan bueno como bien huele. Es un lugar perfecto para tomarse una cerveza y una tapa de adobo, alguna tapa más tienen que no está mal, pero la de adobo por si sola justifica la visita. El bar es cutre, de toda la vida, con su barra de acero inoxidable y siempre a reventar, las tapas se toman de pié en barra o en la calle.
Jacinto B.
Rating des Ortes: 5 Sevilla
Los mejores boquerones en adobo de Sevilla. ¿Quién no ha pasado por la calle Tetuán y de repente le han empezado a llorar los ojos sin ninguna explicación? Amigo, estás a la altura del Blanco Cerrillo, y eso es adobo. Siempre que estoy por el centro y tengo ocasión, me gusta hacer una paradita aquí y pedir mínimo una tapita de adobo. Los boquerones en adobo son la especialidad dentro de la amplia variedad de pescado frito que tienen, todo estupendo; también hay que probar la tortilla de patatas, si entras a pedir la verás, porque es enorme. El inconveniente, si se puede llamar así, es que de vez en cuando se pone de bote en bote, pero merece la pena, aunque te quedes de pie en el callejoncito con tu platito y tu cerveza en la mano. Muy recomendable para foráneos y autóctonos.
Julio L.
Rating des Ortes: 3 Sevilla
Tan característico como el olor a azahar en la primavera sevillana es el olor a adobo de boquerones al pasar por la calle Velázquez. Cuando empecé a trabajar cerca pensé que de la costumbre me haría inmune al olor, pero es imposible. Cuando a mediodía subía por la ventana el fuerte aroma de Blanco Cerillo, las tripas empezaban a crujir pidiendo guerra. Blanco Cerrillo es un bar bastante pequeño y con mucha gente, por lo que siempre es complicado pedir y más aún coger una de las pocas mesas que tienen fuera. Sin embargo, como es más un bar para matar el ansia adobera que despierta su olor que para quedarse a comer, lo mejor es pedir una cerveza(bien fría y bien tirada) y una tapa de boquerones y tomarla de pie, en plan tasca de toda la vida.
María C.
Rating des Ortes: 5 Santiponce, Sevilla
Hay otra Bodeguita Cerrillo en la calle Zaragoza, que está muy bien, pero esta la de José Velilla sin duda es mi favorita. Típico sevillano con azulejos y camarero de camisa blanca simpaticote como el solo, de los de: «¿qué te pongo miarma?» «grasssia guapísima» que a mi me encantan, los que tiene arte, eh? que hay miarmas que los metería en una zanja… Aquí tienes que venir a comer adobo y pescaíto frito, el mejor sitio, en serio. Te metes en la boca esa bola de pescado que nunca me enteré cual era, pero que no importa porque adobao sabe bien, y entras en una dimensión desconocida. Yo creo que lo mismo es una secta… pero qué rico. Eso lo acompañas con cervecita y ya puedes morir. Es que aunque al pescado le va muy bien el vino blanco, si es frito, yo quiero una rubia espumosa.
Álvaro B.
Rating des Ortes: 3 Sevilla
Si vas caminando por la calle Tetuán y te golpea un fuerte olor a fritura adobada, te estás acercando peligrosamente al Blanco Cerrillo, conocido popularmente como«El Adobo», del que difícilmente podrás escapar. El sobrenombre le viene precisamente porque el adobo, además de su tortilla, los bocatas de calamares y los soldados de pavía, es una de las exquisiteces más demandadas por todo aquel que se apoya sobre su barra, los precios son económicos y el ambiente bullanguero de la zona hace muy apetecible la estancia, no son pocos los relíos de viernes a mediodía que han comenzado en este señero bar del centro sevillano. Las tardes también son animadas, sobre todo a la hora del cierre de los comercios ya que muchos trabajadores del lugar van allí a tomar algo una vez finalizada su jornada laboral, al igual que hacen aquellos que han pasado toda la tarde-noche de compras y quieren rematar su odisea por Tetuán como Dios manda.