Bodeguita Antonio Romero

Un absoluto clásico de la cocina sevillana, no esperes una mousse de calabacín con crujiente de algo, aquí hay cocina sevillana 100%, un jamón estabilidad, una carrillada que «quita el sentio» entre otras delicatessen encontrarás en el lugar.
No se trata del local más moderno de Sevilla, ni lo necesita, vende lo más típico de los ciudad, por eso no es raro encontrar a lo más granado de la ciudad por allí a la par de GUIRIS en busca del tópico de Andalucia, pero aún así, muy de vez en cuando merece la pena pasar por allí.
De precios, de barato tiene poco, aunque tampoco se trata del local más caro de la ciudad, se trata simplemente, de un clásico de la hostelería sevillana y como tal, debe conocerse.

Llevo frecuentando este lugar desde que tengo memoria… Recuerdo acudir allí con asiduidad con mis padres, siendo aún muy cría, y aburrirme mientras éstos alargaban la sobremesa con el mismísimo Antonio Romero. Pero llegaron sus hijos y el negocio dejó de marchar de la misma forma. Las veces que volvimos no nos convencieron de la misma manera por lo que finalmente dejamos de acudir… Llegada a mi edad adulta decido darle una oportunidad, no me apasiona pero tampoco me decepciona, demasiada sevillanía en tan pocos metros cuadros pero que le vamos a hacer, esto es Sevilla y Antonio Romero se ha convertido en uno de los mayores clásicos de la ciudad. No puedes venir sin hacer un alto y probar el mitiquisimo Piripi, que a estas alturas cualquiera sabe que lleva, sin embargo yo jamás lo he probado, si, lo confieso, soy de esa casi inexistente minoría que no entiende el placer de tanto colesterol por bocado… No obstante cada vez que voy no puedo evitar pedirme la mini hamburguesita. Lo demás no me parece nada destacable, soy muy fan de las croquetas y las pavías y aquí las primeras, pese a tener aspecto de ser caseras, tienen más bechamel que otra cosa en su relleno, y las segundas son enteramente industriales. La tortilla de patatas destaca por su abultado tamaño, para quienes les gusten las tortillas «gordas». Los quesos y chacinas que he probado no están mal del todo, al igual que la carne. Otra de las cosas que he pedido varias veces son sus albóndigas con salsa de almendra, que están pasables, y las tortillitas de bacalao que son bastantes grandes. Como veis, una carta muy de cocina típica sevillana, pero un clásico en la ciudad. DESTACABLE: servicio rápido y muy correcto.

Típico sitio sevillano más orientado a raciones que a tapas, hay varias bodeguitas de esta casa, fuimos a la más nueva. Con una decoración bastante chula y moderna. Lo que pedimos estaba todo bastante bueno, sobre todo el famoso Piripi, que si vienes aquí tienes que probarlo sí o sí.
La pega del sitio es el precio, bastante caro…

Went in the afternoon and the waiter was very impatient. He seemed annoyed that we asked for a menu and then when we were looking over the menu he advised that the kitchen would be closing soon so we needed to decide. This despite the fact that there was nothing saying they were closing soon but fine. When we did decide he didn’t stay at our table long enough to listen to our whole order. (a 6 top came in after us and when they opened the door to ask if they were still serving the answer was yes with no rushing.) So I’m not sure if the fact that we were Americans was the problem or if he was just having a bad day. The food was actually good (what I was able to order) but the service left me wanting.

Went for dinner on Easter evening and the place was packed. You will only be able to sit outside if you order from their dinner menu and won’t be allowed to order tapas. Very friendly staff and his recommendations were good. One of those classic Spanish bars where they will not stop pouring the gin in your glass unless you tell them to.
The pork loins and the chorizo were good. The fresh prawns with rock salt is also highly recommended. After a nice meal you can take a 7 min stroll to the cathedral for some great bars and flamenco shows.

Good simple, traditional tapas. Lots of people snacking and drinking but we ate an early dinner. Loved the off-​menu pork sandwich recommend by another reviewer. Cuttlefish in its ink was tasty too. They had English language menu, so if that’s an issue don’t hesitate to ask. Not fancy. Not a date spot. But definitely a good casual old-​school eats and drinks. Enjoy.

Located close to the bull fighting ring. This is a great place for a quick mid-​day snack. Portions are huge — while the urge to try everything is strong, in retrospect, should have not ordered more than 3 items for two people. The bacalao was too salty for my taste but the jamon iberico platter was fanastic.
Note: Their specialty is the pringa (blood sausage sandwich) but it is not on the menu. You have to order it because it is crazy delicious.

Siempre que estoy en el arenal hago la visita obligada a Bodeguita Romero. Me gusta escribir los comentarios gastronómicos teniendo en cuenta tres aspecto, el servicio, la calidad de la comida y la ambientación del local, teniendo en cuenta a la categoría que pertenece cada restaurante, bacería, cervecería, etc.
Para mi, uno de los mejores restaurantes del centro, tiene la opción de tapear informal o más formal en las mesas, ambas son buenas, y no te equivocas con ninguna. Lo más famoso son sus piripis, montaditos completos.
Un detalle que me sorprendió, es que te ofrecen la posibilidad de copear magnum reservas. Creo que ningún otro establecimiento da esa opción.
La ensalada templada es uno de mis platos favoritos, aunque tiene muchos otros como las clásicas espinacas con garbanzos riquísimas y el queso, que además lo presentan muy original.

A deux pas des arènes, excellente bodega, très bonnes tapas. Service chaleureux et impeccable

Para mí el mejor sitio de tapeo de Sevilla, su famoso piripis, jamon, queso, y por supuesto dejarte aconsejar para sus guisos del dia.

Great restaurant with high quality food. You know it’s a solid place when the place is packed with spaniards on a Wed night and they don’t have an English menu.
I asked the waiter for his recommendations which were all fantastic!
Bacalao en aceite (cod in oil served on toast)
Beuy (medium rare)
Carrillada al vino (pork cheek in wine sauce)
Lomito Serrano
Enspinaca (spinach and chick peas)
The wine that we had was also fantastic. It was ValTravieso 2012. We ended a meal nicely with a chocolate tort and classic flan.

I’m not sure to what extent this place is intended for or frequented by tourists, but by the reception my friends and I received I would say it is a lesser extent. Perhaps if you’re fluent in Spanish, then the service would be a bit more prepossessing, however, I will grant that it was passable. Many different tapas were sampled by our group of Anglo-​Americans, and I’m not sure if they have some special breed of swine in Spain that eats better than Spaniards themselves and speaks the language of all animals, but I wouldn’t find it surprising. I’m no ham enthusiast, but anything with ham in it here was above and beyond anything I’ve ever had. They are serving some kind of elite, polymath pigs here. The sangria was also excellent. I suppose variation in the realm of sangria is limited, but the fruit… I believe was grown and picked by the pigs prior to their deaths, it is THAT good. If you can’t trust the recommendation of such a handsome guy as me, whom can you trust?

Más de una vez, por h o por b, me he visto en el papel de guía gastronómico sevillano, y no os creáis que es un papel fácil. En poco tiempo tienes que llevar al extranjero de turno a degustar lo mejor de la ciudad, su esencia y tradición plasmados en una tapa. Así que si quieres quedar genial, lo que tienes que hacer es incluir en el tour culinario sí o sí a la «Bodeguita Antonio Romero».
No concibo un bar más sevillano que el que nos ocupa (entendiendo sevillano por el concepto tradicional del mismo). Y es que, más que su carta, su decoración resume muy bien lo que para muchos es la «Sevilla Rancia»: azulejos por todas partes, cabezas de toros y elementos decorativos taurinos, y los imprescindibles cuadros de pasos y cristos.
Pero claro, bares de este estilo tradicional, torero, cañí y cofrade los hay a puñados en Sevilla, pero lo que no hay en abundancia son bares con una carta como la de la «Bodeguita Antonio Romero». En ella podemos encontrar el flamenquín de jamón «sevillanito», su legendaria maxi-​tortilla, solomillo a las diferentes salsas, y… (suenan redobles de tambor) el increíble e inigualable (por más que los 100M crean lo contrario) piripi.
El extranjero de turno se pensará que el piripi es un solomillo al whisky o un copazo de vino, pero no tiene nada que ver. El piripi es, desde mi punto de vista y de muchos sevillanos, el mejor montadito que te puedes llevar a la boca en la capital hispalense. Describirlo es ya de por sí un gusto: un pan recién tostado en el horno y blandito por dentro hace de cama a un increíble compendio gastronómico compuesto por una fina capa de mayonesa casera, una suave loncha de queso, una porción de sabroso lomo perfectamente hecho, coronado por crujiente bacon y fresco tomate natural. Este conjunto de ingredientes provoca en la boca un festival de sabores y una oda a la gastronomía, que todo el mundo en su vida debería degustar una vez (o más si es posible). Así que si mi descripción ha sido mínimamente fiel a la realidad usted debería de tener la boca hecha agua desde hace rato. Pero tal y como dice el dicho, un piripi vale más que mil palabras.
En conclusión, «La Bodeguita Antonio Romero» es uno de los mejores bares típicos sevillanos, con un ambiente siempre bullicioso, un servicio efectivo y rápido (tanto en cuanto la afluencia se lo permite) y una carta digna de admiración, la cual es presidida por todo un mito de la gastronomía hispalense: el piripi.

Muy Bueno el piripi sobretodo :) y el sitio es inmejorable a un lado de la plaza de toros la maestranza

Me comería un piripi todos los días! Riquísima mezcla de sabores en mi montadito favorito de Sevilla. El bar está muy bien ambientado con unas pinturas espectaculares de Sevilla y la plaza de toros. Ambientación torera para un bar que casi toca la plaza de toros. Tiene veladores en la calle para echar un buen rato.

Una mañana de solito por el salvador tomando cervezas y vinitos…
— ¿nos tomamos una tapita?
— ¿ y donde vamos?
— Vamos a tomarnos un piripi! Que bueno…
Y allí fuimos.
Una amiga nos llevó a la bodeguita Antonio Romero: Un lugar limpio, estrecho y típico (con decoración entre moderna y tradicional).
En la primera impresión me gustó el sitio, fundamentalmente porque la barra y el lugar lo vi muy limpio y muchos camareros dispuestos a atenderte.
Nos hicimos con un huequito en la barra de madera y… ¿Aquí que se pedía? «¡Un piripi!» Contestó mi amiga. Pues, … «¡Vamos a echarlo!»
En un momento nos plantaron delante un montadito «con una pintaaa…» y al probarlo, aún mejor… Queso, bacon, lomo de cerdo, tomate natural y un toque de mayonesa…
Como no son muy grandes, tuvimos que repetir…
Una vez probado el plato estrella, pedimos la carta para ver las tapas: ensaladas, guisos, mas montaditos, fritos, chacinas, pescados y carnes.
Nos decidimos por un mantecaito: Lomo con jamón…
De pensarlo, se me hace la boca agua… pues lo mismo, … ¡me paso el próximo fin de semana!

He cenado muchos sábado por la noche y los montaditos de la Bodeguita Antonio Romero han conseguido rebajar las copas del Arenal.
Quedamos para comer y después del café empezamos con los cubatas, por lo que a las 23.00h necesitamos que llegue algo consistente a nuestro estómago.
Su montadito estrella es el piripi, quedaos con el nombre y pedirlo, os sorprenderá. El siguiente, el de pringá. Ambos son pesados, pero altamente recomendables para los aficionados a la «Ruta El Arenal» los sábados por la tarde.

Estuve en esta taberna restaurante esta primavera con mi jefe. El venía de Madrid y teníamos que ir al Rocío, a ver a una gente del Parque.
No se que pasó que al final la reunión de media mañana se trasformó en reunión informal por la tarde. Y me quedé colgado a las once, con toda la mañana libre con mi antiguo jefe, y sin saber muy bien que hacer. Café en la estación, y tras sopesar las diferentes opciones quiso visitar (por fuera) el futuro edificio del Caixa Forum en las Atarazanas. Al final, echamos la mañana dando paseitos por el Arenal y el entorno de la Catedral.
Antes de marchar para Huelva, y a costa de la empresa, se nos cuadró comer en la bodeguita de A. Romero, a la cual no había entrado antes.
El restaurante tenía bastante afluencia de público, no se si por estar tan cerca de la Maestranza, o si porque normalmente es así, el tema es que nos dimos una buena comida homenaje. Jamoncito del bueno del que se te cae la baba (20 euros ración) y croquetas caseras (10 euros que se me hicieron caras) para compartir, de plato central carrillada al vino buenísima y una ensalada también para compartir. Tomamos un riojita propuesto por la casa, muy bueno. Durante los fines de semana con los montaditos y la tortilla el sitio es más ruidoso.