Decir que me vuelven loca las librerías es poco pero, últimamente, algo desilusionada con el mundo editorial nuevo y con los precios que arrastran, estoy optando por los libros de segunda mano. Por eso, cuando descubrí esta librería me quedé engatusada: una tienda de compra-venta de libros donde todas sus paredes están llenas de tesoros que alguien ya no quiso y que buscan una nueva oportunidad en casa de lectores apiadados. El espacio es mediano, con dos tres grandes ventanas y en su interior, estanterías hasta el techo, un sillón de tipo chester y miles de libros ordenados por temática y zonas con otros idiomas. Sus precios, desde 1 € dependiendo del tipo de libro y de su rareza. Una opción fantástica para los lectores empedernidos como yo. Eso sí, a la persona que atiende le falta simpatía, eché de menos el trato cercano y cómplice del buen vendedor de libros.