Este restaurante no se caracteriza por nada en especial en comparación a todos los de su cadena. Es grande, tiene King Auto para recoger tu comida sin tenerte que bajar del coche, tiene zona para que los niños jueguen y se suban por tubos y toboganes, y otra zona para jugar en el suelo y una proyección de luz. Las bebidas son refill y las hamburguesas están siempre muy buenas y calentitas. Nosotros solemos ir los días que se nos ha hecho tarde para almorzar, así que siempre nos atiende el mismo camarero que es amable y correcto. No tengo nada malo que decir de este restaurante, pero tampoco es nada extraordinario.