He ido a comer algunas veces allí y siempre me ha gustado. Pero este domingo ha sido pura decepción: se les llenó el restaurante de golpe y no podían con ello, faltaba camareros y cocineros. Tuvimos que pedir 20 mil veces las cosas, el pan entre ellos, eramos 8 y solo trajeron 4 pequeñajos que entraban en la muela. La comida poco cocinadas, unas patatas bravas que estaba en un amarillo casi blanco, me encontré con una patata cruda, la paella malísima, el pollo del serranito medio crudo. En fin, que o contratan a mas personal para esos momentos o se despiden de mi.
Lucia M.
Rating des Ortes: 4 Sevilla
El sitio perfecto para comer coquinas y pescaíto frito sin tener que ir a la costa a un precio medio. La única pega que le pongo es el ruido, por lo demás: merece la pena repetir de vez en cuando.
Antonio D.
Rating des Ortes: 5 San Pablo - Santa Justa, Sevilla
Descubrí este sitio hace cosa de un año y no puedo más que decir elogios sobre él. Los desayunos que ponen por la mañana son riquísimos(por el pan que usan) y luego, a la hora de comer y cenar, la carta es espectacular por su calidad. No es todo lo barato que uno desearía. Si vas a cenar, la media por persona ronda los 12 – 14 €, pero es que la calidad de los platos lo merecen. Recomiendo especialmente la pimentada de chanquetes, el solomillo salteado, las minihamburguesitas de buey y cualquier plato, todos están deliciosos.
MIRIAN R.
Rating des Ortes: 3 Sevilla
Los fines de semana me encanta desayunar fuera de casa, lo hago siempre que puedo. Casa Antonio Moreno es una de las alternativas sobre todo cuando vivía justo al lado. El domingo pasado me tocó ir allí. Pensé en pedirme una entera con tomate, york y aceite, pero rectifiqué a tiempo, ¡me voy a dar un homenaje! y me decanté por una entera con tomate, aceite y jamón. Estaba buena, sí señor, por eso nos costó con café incluido, unos 3 euros por barba. También he ido en otras circunstancias, no solo a desayunar. Hay variedad de tapas y montaditos, pero si tengo que elegir, me quedo con el arroz con perdiz que ponen también los fines de semana, acompañado de una cerveza, todo un gusto para el paladar. El local por dentro es como tantos otros sevillanos, con cuadros de cristos y vírgenes. También tiene un pequeño mostrador en el que se vende embutidos. Algo que me llamó la atención es el intenso olor a canela que inunda todo el bar, ¡vaya ambientador potente!