Centro Cívico Torre del Agua

Por motivos laborales, este centro cívico ha sido objeto de mis repetidas visitas para grabar un sinfín de eventos organizados en su mayoría por el Ayuntamiento. Independientemente de contar que el edificio en sí resalta bastante por su gran torreta que se enclava en un lugar único de la ciudad, y que a él se accede a través de una zona de barrio con algunos jardines; también os diré que su interior alberga lo necesario para dar cabida a múltiples actividades.
He tenido la suerte de asistir a alguna obra de teatro en su salón de actos a la italiana, que es de tamaño medio, con un escenario en alto y una buena iluminación y sonido. Y afortunadamente, con un gran número de asientos. Allí mismo se han dado charlas, conferencias, exhibiciones y demás actos.
Otra cuestión a destacar es el trato humano y afable de sus empleados, que te intentan ubicar en el centro y orientarte si vas allí buscando algún taller o actividad. Todo un lujo de personas afanadas en su labor. De hecho, tienen un programa de ocio interesante para ocupar tus horas de relax. Todo a un tiro de piedra.
Y es que a veces el trabajo te lleva a conocer sitios verdaderamente interesantes.

Visité por primera vez el lugar para ver la obra de teatro de unos compañeros de facultad. Entre ellos se encontraba la Scout Priscila Gago. Recuerdo que en el avión de regreso del viaje de fin de curso yo me convertí en el prota improvisado de «Sueños de un seductor» para ir apuntillando a la compi para su gran estreno.
Ese día tan especial para ellos, nos saltamos las clases, no podíamos faltar. Pensábamos que no iba a salir bien del todo. Nunca habíamos estado en el centro. No sabíamos que nos íbamos a encontrar. LLegamos algo tarde, ya estaban las luces apagadas pero aún no se había abierto el telón. Todo les salió prefecto. Para muchos era su puesta de largo.
Disfrutamos de un espectáculo fantástico. Todo ayudó. Las instalaciones están de madre. No es muy pequeño –he visto cosas peores-​. La acústica es muy buena y qué decir de lo más importante para el espectador, los asientos; más que cómodos.
Si tienen algo que exponer y presentar les recomiendo este lugar sin ningún tipo de dudas. Es perfecto, creedme.

Le tengo un cariño muy especial a este centro cívico. Una de estas veces en las que en el grupo de teatro debatíamos sobre dónde estrenar una obra (bueno, era realmente un pre-​estreno) alguien, no recuerdo quién ni por qué, propuso este lugar.
Como confiamos bastante unos en otros, aceptamos sin ni siquiera ver el sitio.
Yo, la primera vez que lo vi fue para llevar unos papeles que había que rellenar para solicitar el espacio y no pasé siquiera al salón de actos.
El día del pre-​estreno nos quedamos todos gratamente sorprendidos.
Cuando se abren las puertas que hay al otro lado del hall, se descubre un salón de actos pequeño pero acogedor (y no tan pequeño…). El escenario es altito y eso facilita al público la tarea de ver y escuchar desde atrás. Tras las bambalinas (o tras las «patas», nombre real de a lo que me refiero) dos camerinos muy bien acondicionados que se comunican por un pasillo trasero. La iluminación perfecta para el lugar. El sonido bastante respetable. A las dos horas de estar allí ya estábamos como en nuestra casa.
El personal de conserjería y los encargados del edificio todos muy buena gente. En especial una señora que si nosotros parecíamos estar como en casa, ella nos hacía sentir como en familia.
Aparte de los nervios de la actuación y de que saliera mejor o peor, nos llevamos una muy grata experiencia que no esperábamos encontrar en este recóndito lugar. (porque, el único fallo que tiene para mi gusto, es que nadie lo encuentra… está «escondido»).
Y tan grata fue, que volvimos a solicitar el espacio para hacer otra representación con Sem Seber Teatro y yo lo volví a solicitar por tercera vez para dar un concierto allí.
Definitivamente, somos fans de este lugar.