I noticed Chinkoa a few weeks ago on one of our afternoon walks — and it really stands out with its cute interior(bird cages hanging from the ceiling?! A grass wall?! Potted cacti decorating the bar?! It is IKEA crossed with animé-chic, and somehow it works). Something else stood out too — the lovely, friendly red-headed woman who works there. When I first walked by, I poked my head in to ask to see the menu. She graciously and kindly answered all my questions about the place. She was there tonight, and was charming, friendly, and attentive, and quite patient with my imperfect Spanish. And the food was generally good, especially the big salad with avocado, tomato, greens, shrimp, and fish(this salad rivaled my favorite Sevillan salad– the mackerel salad at Duos Tapas). We also enjoyed the wok(what we would call stir fry) of chicken, onions, peppers, and eggplant, with sesame seeds, though it could have used a base(rice or noodles) to make it a bit hearty. The least exciting of what we sampled was the red tuna; served with big chunks of sea salt on a small bed of couscous, it had a very subtle flavor, and I kept thinking it needed something else — a better base than couscous, perhaps — to make it really interesting. This is smart food served in a whimsical, fun setting at reasonable prices(our meal came to 18E for two tapas, a plato-sized salad, and two sparkling waters). TIP: The menu is Spanish only — the aforementioned red-headed woman is very patient. When I stumbled upon a word I didn’t recognize, I asked her«que es…» and she slowly and kindly explained to me in Spanish that it was a kind of fish. Thank you!
Lolo R.
Rating des Ortes: 4 Madrid
Si tuviera que elegir una última comida en la Tierra, en lugar de optar por los macarrones de mi madre(no sé qué les hace, pero si los probaras tú también dirías lo mismo) igual me decantaba por la delicioso fajita de ropa vieja que tienen aquí. Madre mía, qué cosa más espectacular, qué cosa más rica. Por si esto fuera poco, aquí tienen mano con el vino, y saben qué te va a gustar en un par de preguntas, así que conviene dejarse aconsejar. Tienen una carta completa pero de esas que son fáciles de leer y que, de querer escoger, te resultará fácil, porque se resume en que todo es bueno. Además, el local es una chulada, con un columpio y una decoración que llama poderosamente la atención. ¡Yo no dejaría de ir!
María Q.
Rating des Ortes: 4 Valencia
Tapitas muy originales en un local muy bien ambientado y lleno de color. Me encantaron sus taburetes de Ikea customizados con telas ¡gran idea! Nos sentamos en una esquinita muy acogedora y pedimos un tapeo de raciones a compartir entre varias personas. El resultado fue óptimo: unas deliciosas croquetas, una pastela con aires magrebíes, rabo de toro… He de decir que este último fue lo que menos me gustó pero por la textura propia del rabo, que es como gelatinoso y no acostumbro a estas cosas tan blandengues en mi paladar, jeje, el resto de 8,5. La atención fue muy cercana y familiar, especial mención merece la camarera que es además sumiller y te aconseja sonbre el maridaje de los vinos con la comida. Nos sacaron un vino blanco de aguja de Alicante(si no recuedo mal) que estaba delicioso, burbuja justa y sabor explosivo en boca. Vamos, que me olvidé del rabo sólo de olerlo. Me parece un lugar perfecto para tapear cualquier noche de tu vida.
Francisco R.
Rating des Ortes: 5 Madrid
Una pared de césped artificial en la qu euna mariquita tamaño gigante mira a otra no menos pequeña hormiga mientras se saludan en un espacio blanco y lleno de toques de color. Sillas de reciclaje y nuevas estilo«del parque», lámparas que son jaulas, atención al detalle y al conjunto y tapas maravillosamente cocinadas y escogidas que se salen de lo habitual y hacen que tu paladar baile de gusto. He de hacer una mención especial a la profesionalidad del personal que atiendo con mimo en Chinkoa, Ana, la sumiller me sacó un verdejo –Canto 5– que cumplió y superó mis expectativas al pedirle un blanco afrutado y dulce… un diez y un nuevo vino que añadir a mi lista. El espacio está dividido en tres zonas: dos interiores –barra y comedor– y la terraza exterior que en Sevilla siempre viene bien para el otoño y la primavera. Recomiendo la fajita de ropa vieja, los saquitos de marisco… y un montón más de sorpresas culinarias. Es una apuesta ganadora.
Paloma Q.
Rating des Ortes: 3 Sevilla
Si tuviera que elegir una palabra para describir mi experiencia en Chikoa Tapas sería: «Sorprendida»…Sorprendida no sólo por el dinamismo y habilidad de Ana, la camarera, en casar tapas y vinos, sino por el modo inocente en que nos sumergieron en un mundo«a ciegas» lleno de estímulos sensoriales… Y digo inocente porque la noche no sólo quedó en una simple cata, no. Allí hicimos un viaje a la infancia entre canciones de campamento, disfraces y mucha imaginación con respecto a los sabores, texturas y olores que nos hicieron disfrutar. Como consejo diría de ir con el estómago vacío ya que el menú es contundente y como única pega quizás el tiempo excesivo que se pasó alguna vez entre degustación y degustación con los ojos vendados.
Pablo C.
Rating des Ortes: 3 Sevilla
El otro día, invitado por Unilocal,tuve la suerte de asistir en Chinkoa Tapas a una cena con maridaje de vinos, que es uno de los eventos que este establecimiento incorpora a su oferta. La experiencia fue interesante, aunque hubo varios aspectos que no me gustaron. La oferta enológico-gastronómica(ahí lo dejo) consistía en ligar determinados vinos con tapas específicas, de manera que se potenciaran ambos. La elección, desde mi humilde parecer, resultó excelente. Los vinos tenían todos una gran personalidad y resultaban muy originales y ricos en matices. Las tapas que acompañaban a uno de ellos, sin ser especialmente elaboradas, eran originales y estaban todas muy buenas. La simbiosis comida-bebida era perfecta. Las explicaciones de Ana, la responsable de los vinos del local, resultaron amenas y didácticas. En ese sentido, cinco estrellas. Aparte de esto, que era el meollo de la cuestión, se proponían otras experiencias sensoriales para desinhibir los sentidos, como tocar muestras de telas de diversa textura con un antifaz para no poder ver u oler distintas muestras de alimentos, especias, tierra, etc, también a ciegas. Hasta ahí, todo perfecto. ¿Qué porqué no le doy la máxima puntuación? Pues por dos cuestiones. Una, que el evento se alargó hasta las dos de la mañana –teniendo que trabajar al día siguiente– por la tardanza en servir los platos. Está claro que no es esta una actividad para andar con prisas, pero se hubiera agradecido más agilidad desde la cocina a la hora de sacar las tapas. En cualquier caso, para mí lo peor de todo fue que, supongo que para intentar disimular esta tardanza, los momentos de antifaz en los ojos se alargaban hasta resultar incomodísimos. Y encima se nos tachó de ser un grupo«poco animado». En fin, tal vez si nos hubieran permitido quitarnos el antifaz mientras intentabamos hablar con la persona de al lado sin saber siquiera si nos estaba escuchando o estba en la conversación de al lado, hubiéramos estado más parlanchines. Para remate del pequeño despropósito y con el fin de que nos deshinibiéramos, nos hicieron cantar canciones infantiles, para colmo a ciegas. En fin, en el sentido«gestión de grupos», les tengo que dar un suspenso porque nos trataron como a niños de campamento. Habrá grupos que asimilen bien esto, pero creo que a nosotros nos sobró, así que más les valdría tener algo más de repertorio para grupos muermos como el nuestro. Por suerte, lo fundamental, la comida y la bebida, estuvieron francamente bien. ¡Menos mal!
Idoia R.
Rating des Ortes: 4 Sevilla
Chinkoa Tapas es un sitio al que quería ir desde hacía ya tiempo porque me habían hablado muy bien de él. Por fin esta semana he podido probarlo, y de la mejor manera que podía imaginar. Hicimos una cata sensorial con Ana(la sumiller, que estudió conmigo en la Taberna del Alabardero casualmente). Nos sentaron en una mesa alargada a todos y nos taparon los ojos. De esta manera conseguían que perdiéramos la vergüenza inicial y nos abriéramos a hablar y comentar las cosas. Poco a poco nos fueron dando olores mientras comentábamos el sitio y nos poníamos a cantar. La cena empezó con un vino blanco afrutado acompañado de una crema de setas y queso blanco. La combinación fue magnífica! A continuación, cambiamos a un ribeiro con coca de verduras. La masa es posible que estuviera un pelín salada, pero las verduras justo en su punto. El vino bien fresquito. Volvimos a taparnos los ojos para pasar a oler gominolas :) nos pusieron regalices, moritas y esponjitas, mmmmmmmm y a continuación unos cuantos botes para oler(incienso, nuez moscada, cardamomo…) e incluso meter las manos en tierra! Cambiamos el tercio a los tintos, empezamos con un vino de Somontano acompañado de una pechuga de pollo empanada con alioli y pimiento verde. Qué bien entra después de tanto alcohol ya en el cuerpo :) Seguimos con un magnífico tartar de atún con otro tinto y a esperar el postre. Acabamos, en mi opinión, de una manera muy entrañable porque pusieron de postre la tarta de galletas, natillas y chocolate que hacen nuestras madres para los cumpleaños, acompañada de un rosado espumoso. Deliciosa! Pasamos un rato magnífico y seguro que volveremos para probar más platos de la carta. Enhorabuena a Chinkoa!
Ernesto N.
Rating des Ortes: 3 Sevilla
El entusiasmo de Ana, la camarera, es lo mejor de las catas con maridaje que organiza Chinkoa, un bar de tapas de reciente creación aparecido en los aledaños de la Alameda de Hércules. Invitado por Unilocal,acudí gustoso a este local para dejarme llevar por un interesante viaje sensorial. Es Ana, como digo, el alma de la actividad. Escuchándola pensaba en que da gusto encontrarse con alguien que tiene pasión por su trabajo. Las catas se engloban en Chinkoa en una experiencia más amplia que inicia cuando uno se sienta en la mesa. Los ojos vendados, ciertas dinámicas de grupo y una visualización son el pórtico de entrada. Eché de menos algo más de silencio en el local para poder concentrarme en la propuesta y me sobraron las canciones con las que se pretendía animar el cotarro. Aparte de eso, lo que hice en Chinkoa fue, básicamente, disfrutar. Disfrutar de los sentidos: tacto, olor, gusto. Disfrutar de la compañía. Y aprender. Porque yo no sé casi nada de vinos y aún menos de maridaje. Por esto, se agradece el tono didáctico de Ana, que en mi opinión, acierta en general la selección de tapas y caldos. Dos blancos –uno espumoso-, dos tintos y un rosado espumoso bañaron una crema de queso y setas, coca de verdura, escalope de pollo, tartar de atún y una deliciosa tarta de flan y chocolate. Un consejo para lo que no están acostumbrados a cenas copiosas: vayan temprano. Otro para los que no beben mucho: levántense de la mesa cada tanto y dense una vueltecita para chequear el estado de lucidez.
Verónica E.
Rating des Ortes: 3 Sevilla
Sitio agradable, alegre y acogedor, cuenta con una carta que aunque no destaca por su originalidad sí lo hace por su calidad. Trato más que bueno y lo mejor de todo… si te portas bien te regalan una piruleta al final!
Arantxa S.
Rating des Ortes: 4 Sevilla
Buen material en general. El sitio: alegre y acogedor. El personal, muy agradable(así da gusto). Muy ricas las fajitas.
Jacinto B.
Rating des Ortes: 4 Sevilla
De pic-nic en la ciudad. Chinkoa Tapas presenta una nueva opción para tapear por la zona de la Alameda de Hércules. Con un trato familiar, cercano y muy agradable, el dueño y la camarera nos estuvieron recomendando durante toda la cena y la verdad es que fue un acierto. La primera impresión es muy importante y, al entrar, nos encontramos un local alegre y acogedor, decorado con paredes de césped, hormigas, un columpio en una de las mesas… casi como estar de pic-nic. Nos ofrecieron unas cestas de diferentes tipos de pan y unas jarritas de agua con aroma de lima; la chica que nos atendió nos recomendó un vino de Salamanca que estaba bastante bueno. La carta no es muy amplia, pero tengo que destacar las fajitas de ropa vieja, increíbles. Las tartas que probamos, de chocolate y de yema, fueron un buen remate a una muy buena cena, que no fue cara, y que nos dejó con ganas de repetir con nuevos platos.
Alfonso G.
Rating des Ortes: 4 Sevilla
Muy Bueno; carta escueta, pero todo –lo que he probado– buenísimo. Las tapas son caras(entre tres y cinco euros), pero generosas y de calidad superior. Combinando tradición con platos novedosos. No os vayáis sin probar la pularda o las croquetas(con una bechamel que quita el sentío). Los veladores un poco apretados, por ponerle alguna pega.