Un espacio que conjuga un lugar donde picar algo con una tienda de productos gourmet(sobre todo veo que en la selección, que es pequeña dado el espacio, ha primado el diseño del packaging). La idea es buena y poco común en Sevilla, pero al llevar poco tiempo rodando me imagino que irán ampliando sus productos y la comida que ofrecen. El local llama la atención por la acogedora decoración, dos grandes mesas de madera clara. Eso nos ánimo a entrar, pues era la típica hora en la que ya ha pasado la hora del café y aún no han abierto la cocina en la mayoría de los bares/restaurantes. Preguntamos por lo que ofrecían de comer pues no había ninguna carta ni similares, y nos comentaron que ese día tenía hummus recién hecho, algunos mini sandwiches, porciones de pizza casera, tabla de quesos, etc… Justo lo que précisábamos para comer algo a modo de merienda. Lo que más me llamó la atención es la selección de sidras de la firma gallega Maeloc, con ese característico diseño suyo, y nos lanzamos a tomar la sidra de pera, sorprendiéndonos muchísimo su sabor. Lo acompañamos de hummus con crudités y unos mini sandwiches de pollo al curry(porciones pequeñitas pero precio adecuado). Había dos personas atendiendo, una de ellas parecía ser la dueña y nos ayudó a elegir el menú y estuvo muy atenta, aunque al lugar se nota que le falta algo de rodaje. Pero en general un lugar agradable y diferente donde hay posibilidad de hacer brunch.