Yo soy muy de tiendas de barrio y me gusta apoyarlas, aunque nadie se lo crea y piensen que soy una consumista compulsiva… Pero de verdad os digo que cuando las grandes cadenas toman poder en las ciudades, siempre me acuerdo de una tiendecita pequeña que puede verse perjudicada. Cuando Decathlon se instaló en Sevilla pronto pensé ¿le afectará a Deportes Crespo? ¡Cuántos chándales! ¡Cuántos botines! ¡Cuántos balones! Uniformes de colegios… se habrán comprado en este negocio. Y él, Crespo, personaje bastante peculiar, por todos conocidos por su afición al regateo :-) Increíble, pero cierto. A mí siempre me cayó bien. No sé cómo le irá después de Decathlon, seguramente le cueste…, no son buenos tiempos. Pero si estás por Triana y buscas algún artículo deportivo, sea lo que sea lo que practiques(fútbol, atletismo, natación, ballet, aeróbic…) dale una oportunidad a esta tienda, probablemente no te arrepientas.
Maria T.
Rating des Ortes: 3 Sevilla
La tienda de deportes de Triana por excelencia. Conozco la tienda de «Crespo» desde pequeña, cuando la profe de gimnasia rítmica del cole recomendaba comprar en aquella tienda pequeñita los artículos necesarios para la actividad. Allí nos compraba mi madre los maillot negros, las zapatillas de gimnasia rítmica, las cintas para los bailes y ensayos(aún conservo alguna en color blanca y rosa fucsia), y los chándal y camisetas del colegio. Luego abrieron otra tienda más grande más pegada a la calle San Jacinto, y la antigua o 1º tienda la dejaron para eso: Gimnasia Ritmica, natación y deportes más concretos. En la tienda grande(como yo le digo), venden chándal, equipaciones de todo tipo, botines, mochilas, y en general, material para practicar cualquier deporte. Allí he comprado hasta silbatos de árbitro para jugar con los niños. Respecto a los precios, lo normal tirando arriba, ¿por qué?, normalmente, le gusta regatear. Le pides que te lo deje algo más baratito y te suele hacer un descuento, de esta forma, si se queda mejor de precio. Ya hace tiempo que no voy, pero siempre que vuelvo, cuando veo a Crespo pienso: «Este hombre está metido en alcohol. Sigue igual que cuando yo era pequeña».