No hay cosa más agradable que pasar por una floristería llena de flores… No sé por qué… pero esta floristería siempre me ha parecido una selva. Y no por el desorden, ni por lo salvaje… si no porque está todo lleno de plantas(obvio es una floristería…) Pero está todo verde… y me gusta :) Los encargados son muy simpáticos. Recuerdo que una vez fui con mi tia a comprarle un regalo a mi abuela y entramos en esta tienda. Nos atendieron de maravilla y los precios que nos ofrecían eran muy buenos y valíà la pena hacernos con un ramito para hacer feliz a mi abuela en su día. El olor a flores y plantas que hay dentro de la tienda me parece lo más maravilloso del mundo… y si a eso le sumas la excelente atención y buenos precios, no se puede pedir más!