Es el típico bar de barrio en el que la cliente la siempre es la misma. Está cerca de casa de mi madre así que a veces he quedado con gente por la cercanía. Sinceramente no es de mis lugares preferidos, y si podemos preferimos andar un poco más e ir a otro de los muchos bares que hay, pero para tomar una cerveza no está mal. Los precios están bastante bien, y por la de gente que suele haber siempre quizás a la gente le gusta, para gustos colores. Lo bueno es que si ya han dado el toque de queda o quieres comprar una litro fresquita para subírtela a casa aquí puedes comprarla.