Hace años, muchos años, trabajaba como encargado en un bar de copitas, ya fallecido, un poco más abajo de la esquina donde está situado«El Don Giovanni». No sé cuántas pizzas me habré comido en el almacén de aquél bar. Mi preferida era la Don Giovanni, una riquíiiiisima con huevo duro y palmitos. ¡Qué recuerdos! No son pocas las veces que han cambiado de tercio en este local(empezó como pizzería, luego cervecería, luego no sé qué más, volviendo a sus orígenes hace un par de años), eso sí, siempre con el miso dueño, yo creo que en un intento de adaptarse a la demanda. Supongo que la estrategia les habrá funcionado porque siguen ahí, al pie del cañón. El otro día volvía de viaje, a medio día, y me apetecía comer algo rico. Llamé a mi mujer para que no hiciera nada de comer porque iba a pedir unas pizzas en Don Giovanni, a ver si conservaban por lo menos la calidad de sus comienzos, porque de lo que estaba casi seguro es de que ya no tendían la misma carta de pizzas. El lío vino cuando Janine me dijo que a ella le apetecía de carne y cebolla, pero que a mi hijo Pablo le apetecía de jamón y queso… yo todavía no lo tenía muy claro, pero estaba seguro de que ni me apetecía carne, ni me apetecía jamón. ¡Vaya problemón! Al comentarle mi dilema al camarero, mi sorpresa fue que de problemón nada. Todo fueron facilidades: «¿Que la quiere usted dividir en tres partes distintas?¿y qué problema hay… como si la quiere en cuatro o en cinco» «Bueno, pues deme usted la carta», le dije yo. Y entonces fue cuando aluciné de verdad. ¡Tenían prácticamente la misma carta de hace«diecitantos años»!. Ahí estaba, presidiendo el menú, mi pizza de palmitos y huevo duro, la que tantas y tantas veces compartió conmigo música y cervecita en el almacén de mi bar. Con esta actitud y con este empeño no me cabe duda de que seguirán activos un millón de años más.
Ángel A.
Rating des Ortes: 4 Sevilla
En este encantador italiano los entrantes se acercan más a la comida española, pero están igualmente ricos, sobre todo el camembert frito. Hay también revueltos y ensaladas, pero si quieres apostar por un valor seguro, mira directamente las pizzas. La 4 quesos te encantará, así como la Moni y la Carbonara. De postre, aunque no sea tampoco puramente italiano, te recomiendo la leche frita. Yendo en pareja la comida viene a costar unos 25 euros aproximadamente, y por la calidad de la comida y el ambiente del local creo que es una cantidad más que merecida. Eso sí, te advierto que por la amplitud del local no vas a gozar precisamente de un espacio generoso. Cuando en las características digo que el local puede servir para un ambiente romántico y/o íntimo, es porque he marcado esas casillas a conciencia.