Egaña Santo

Outstanding meal last night. Wonderful wines, perfectly cooked fish –sea bream, hake and sole too. We were 11 people and each one was pleased with their meal. The service was excellent-​great advice, pacing and so accomodating. Even though the restaurant is very nice/​elegant, they put out a table where our 4 kids, ages 2 – 12 could play puzzles and draw pictures. A perfect evening.

Yo iba en pantalón corto y con una camiseta veraniega, y al entrar en un lugar tan elegante y ser tratado con tantísima educación me sentí completamente en otro rollo.
Desde luego, muchos sitios en Sevilla tienen que aprender de la buena educación y comida mediterránea de verdad.
Cierto es que uno no puede permitirse a diario un precio tan alto, pero teniendo en cuenta que te sirven un pan recién hecho, un entrante gratuito y unos platos recién hechos y con un esmero digno de programa de televisión… Merece la pena para una ocasión especial.
Un 5 sobre 5 y se merece todas las estrellas.

This was a strange dining experience but we still enjoyed our food and the time spent so maybe take this as a 3 – 4 star because maybe I was just really enjoying myself since I was on vacation. We wanted to sit outside which seemed crazy to them since the dining inside was much fancier, well then why have tables outside? Not sure but we stuck with outside and at first our waitress was from london so she spoke english which was great but then all of a sudden she disappeared and we were left with the spanish only speaking waiter that really didnt want to deal with us, the crazy American people that wanted to sit outside. It made us laugh how much he didnt want to deal with us but maybe others wouldnt find humor in this (again take this review with a grain of happy to be on vacation salt). The food was really good, as we stuck to our lets order as many Iberian Pork dishes as possible and paella. Paella was a little soupy but we still enjoyed it, it had amazing seafood in it and tasted great. I would definitely return here but probably sit inside this time just to make the waiters happier, but seriously, why are there seats outiside then?

Perteneciente al Hotel EME, espacio que en los últimos años ha cambiado de forma definitoria esta manzana junto a la Giralda, se sitúa el restaurante Santo, capitaneado por el galardonado chef español Martín Berasategui. En tres ocasiones estrellado con la codiciada estrella Michelín. Es sin duda uno de los lugares para comer mas sofisticados y caros de Sevilla, advierto que cuesta encontrar mesa, llamen con antelación porque tienen una hermosa lista de espera.
Como los buenos lugares especializados en potenciar el sentido del gusto a través de la comida, varía de menú según la temporada del año y cada año se adapta a las nuevas tendencias culinarias. Especializado en fusionar la cocina de raíz andaluza, el restaurador de origen gipuzcoano plantea una nueva concepción a la hora de trabajar las materias primas y la consecuencia de sus sabores y texturas.
Sé que quizás de envidia pero he ido a este restaurante, evidentemente no pagué yo, ni tampoco una millonaria amante, que hubiese sido lo que me hubiera gustado. Dejemoslo en que fui con un familiar muy directo, con el cual ya fui al restaurante de Berasategui cuando yo era aún niño, en Lasarte un pueblo vasco en la rivera del Oria.
Todavía no era tan conocido pero si era un maestro, de la misma generación que Adriá, Subijana y otros. Recuerdo que me dieron un menú especial para niños, del que seleccioné sin dudarlo un plato de espagueti con tomate, no se extrañaran si les digo que no he vuelto a probar un tomate frito así, ni siquiera el de una abuela. También recuerdo que salió a saludarnos y a preguntar que tal estaba todo. Me preguntó y automáticamente le dí un dibujo que hice sobre la carta del menú infantil en el que salía algo parecido a un cocinero, que para mi era él, cocinando los deliciosos spagueti.
Con un enorme compadreo me cogió de la mano y me llevó a la cocina, con mis propios ojos vi como colgaba en una encimera de esas que son color metalizado de superficie satinada el menú dibujado por mí. La ilusión que me hizo es indescriptible, se convirtió en mi restaurante favorito del mundo, pero eso pasó hace mucho tiempo.
El echo de que un dibujo del niño que un día fui estuviera colgado en una cocina con estrella michelín, no se cuantas por entonces, fue lo que nos impulsó a probar su nuevo restaurante emplazado en un lugar y en un momento tan distinto al de aquel día de otoño.
El no estaba, me hubiera encantado recordarle este anécdota, aunque me hubiese frustrado saber que han quitado el dibujo de la encimera, prefiero quedarme así, creyendo que sigue puesto en una de las mejores cocinas del mundo.

Restaurante situado en Sevilla.
Con decoración un tanto original, encontramos dos salas muy tranquilas y de lo más relajante.
Antes de entrar en una de ellas pudimos disfurtar de un coktail donde picoteamos y abrimos apetito. Seguidamente disfrutamos de un menú de degustación de lo más rico y por último tomamos una copa en el lounge bar.
Un sitio muy completo donde miran que el cliente se sienta cien por cien cómodo y satisfecho.